Irene Escolar: "Puede ser Dios, tu abuela o la naturaleza. Todos necesitamos una fuerza superior que nos ayude a salir"
La actriz protagoniza 'Personas, lugares y cosas', una obra sobre nuestras adicciones y cómo desintoxicarnos de ellas

Irene Escolar protagoniza Personas, lugares y cosas, una obra del dramaturgo británico Duncan MacMillan, que adapta y dirige Pablo Messiez en el Teatro Español. Interpreta a Emma, una actriz alcohólica y drogadicta que se somete a un proceso de desintoxicación. "El personaje es extraordinario, la verdad, es de las cosas más retadoras y salvajes que he tenido que hacer. Y el tema me interesaba mucho, me parece que abrir la conversación en torno a al consumo problemático de sustancias es algo importante y me gusta mucho la manera que tiene de humanizar este tema", explica la actriz, que ha querido ser productora creativa de la obra.

Cartel de 'Personas, lugares y cosas' en el Teatro Español / Pablo Zamora

Cartel de 'Personas, lugares y cosas' en el Teatro Español / Pablo Zamora
Emma cree que necesita una puesta a punto, nada más. Que ya no controla del todo lo de su consumo de drogas. Que ha tenido algunos problemas en el trabajo, desmayos e incluso cree que ha intentado suicidarse. "Así soy yo", dice ella. "Nunca termino nada. Clases de violín. Dietas. Intentos de suicidio. Nunca acabo lo que empiezo".
"Eres alcohólica y drogadicta", le dice la doctora. Ella responde que "solamente quiero desintoxicarme, conseguir el certificado y volver a trabajar. Algo con una firma que diga que puedo trabajar". El trabajo, la hiperproductividad, el pensar, pensar y pensar, hacer, hacer y hacer se ha convertido en la adicción contemporánea más transversal que tenemos. Es una de las reflexiones que compartimos con Escolar en una obra que, en realidad, habla mucho de la familia. "Es el gran tema, la madre que interpreta la maravillosa actriz Sonia Almarcha. Todos estamos intentando resolver o entender cuestiones familiares y hay una conversación entre los padres y ella que me impactó muchísimo y que conmueve también a los que están viniendo a ver la obra", cuenta Escolar.

Escena de 'Personas, lugares y cosas' en el Teatro Español / Mario Zamora

Escena de 'Personas, lugares y cosas' en el Teatro Español / Mario Zamora
La temporada pasada hablábamos con Alicia Borrachero de El efecto, una obra dirigida por Juan Carlos Fisher sobre las adicciones también. Su personaje decía que levantarse todos los días de la cama, siendo mujer y mayor de 50 años, ya es un acto político. Emma, la protagonista de esta obra, coincide: "Levantarme de la cama y empezar el día me parece muy difícil. Ya solo coger el móvil me parece un puto infierno. Los mensajes sin leer. Los amigos que no quieren verme. Las alertas con noticias y opiniones sobre todo. Una foto de un niño muerto al lado de un anuncio de botox. Y la maniobra ética que hay que hacer para fingir que todo es normal".
"El mero hecho de levantarse de la cama y gestionar el mundo en el que vivimos, esa sensación constante de caos, claro que es muy difícil para muchas personas", afirma Irene Escolar. "Hay que aprender a parar, desconectar, bajar el ritmo, vivir entre el 5 y el 6, no querer estar siempre en el 10. Es muy difícil y más en este capitalismo tardío en el que estamos con todo lo que eso conlleva, todo lo que nos está afectando a nivel de cómo nos vinculamos, de cómo nos relacionamos, de cómo estamos en el mundo y lo difícil que es creer en algo". España es el país con mayor consumo de benzodiacepinas del mundo, recuerda la actriz.
A propósito de creer en algo, comentamos con la intérprete el peso de la fe y de la religión en Personas, lugares y cosas. Juan, un miembro del Grupo de terapia, afirma que perdió su fe. Otro hombre, Pol, dice que de esa época sombría y oscura de su vida, de esa oscuridad surgió una gran luz y el amor de Jesucristo. Ese despertar espiritual lo hemos visto en películas como Los domingos, de Alauda Ruiz de Azúa, la más nominada a los Premios Feroz. En el disco Lux de Rosalía o en los sold outs que se están marcando Siloé, un grupo abiertamente cristiano y con quienes conversamos en La Hora Extra.
"En la obra hablamos de los 12 pasos que se usan en el programa de alcohólicos anónimos y narcóticos anónimos. Uno de ellos, con el que Emma es muy escéptica, es el de creer en un poder superior. No tiene que ser Dios, no tiene que ser una figura en la que tú no te sientas identificado. Puede ser tu abuela, la naturaleza o cualquier persona o cosa que te inspire, te sostenga, te ayude a salir adelante", explica Irene Escolar, que ha leído a Raymond Carver, entre otros rehabilitados que encontraron esa fuerza en elementos como los ríos, por ejemplo.
De los 28 días con Sandra Bullock a Yo, adicto, por la que Oriol Pla se ha llevado un Emmy internacional, charlamos con Escolar de la importancia del grupo, ese conjunto de personas de diferentes orígenes étnicos, de diferentes edades y distintos contextos socioeconómicos. Como los que vamos a ver en el escenario y como los que cada noche, hasta el 11 de enero, se van a sentar en las butacas del Teatro Español.





