Si amanece nos vamos
Sociedad

'50 segundos: el caso Fernando Báez Sosa', el asesinato que conmocionó a la sociedad argentina

Abrimos el Juzgado de Guardia con Félix Martín para analizar el nuevo true crime de Netflix

50 segundos: violencia, bullying y adolescencia

Durante dos semanas los jueves hemos abierto el 'Juzgado de Guardia' para 'juzgar' al true crime. Hoy nos detenemos en la una historia que empieza y termina en exactamente 50 segundos. El tiempo que tardó un grupo de ocho jóvenes en matar a golpes a un chico de 18 años a las puertas de una discoteca. Y el tiempo que tardó un país entero —Argentina— en no volver a ser el mismo. Ese es el horror que recoge el nuevo documental de Netflix '50 segundos: el caso Fernando Báez Sosa'.

Félix Martín, Fiscal, asegura que los hechos a los que hace referencia este documental le fascinan, pero no en el sentido "morboso", sino porque toca muchísimas de las cuestiones que más le preocupan a nivel laboral y como ciudadano: la violencia en grupo, la adolescencia, el clasismo, la deshumanización, el poder de la imagen y los espectadores de la violencia. Martín, asegura que "es una radiografía social".

No es un documental sobre asesinos misteriosos, es un documental que habla de la cultura que hemos construido alrededor de la violencia, de la masculinidad mal entendida, del peso del grupo, de los silencios y del miedo a desmarcarse.

Para nuestro fiscal, la primera gran enseñanza del documental es que no hubo espontaneidad: hubo un patrón. Cada agresor tiene un rol: uno pega, otro empuja y otro impide que nadie se acerque. Lo que refleja una coreografía violenta, no una pelea.

Una misma “coreografía” que se ve todos los días en Fiscalía de menores en casos de violencia juvenil en grupo. Es también el mismo fenómeno, respondiendo a los mismos patrones, que ocurre en el bullying. Algo que nos demuestra que son chicos que, en el fondo, podrían ser cualquiera. Y ahí está el peligro porque "cuando la violencia la ejercen monstruos, nos sentimos a salvo; pero cuando la ejercen chicos normales, no hay protección". En ese caso estamos delante de algo más inquietante: un fenómeno humano.

Cuando la violencia se ejerce en grupo se activan tres mecanismos psicológicos que están muy estudiados:

1. La identidad individual se disuelve

Un adolescente solo puede tener miedo. Pero un adolescente dentro de un grupo… Tiene "una especie de escudo invisible".

2. El grupo da permiso

Nadie pega una patada mortal si antes el grupo no le ha dado permiso simbólico. Este puede ser una mirada, un grito, un “dale, dale”.

3. La responsabilidad se diluye

El famoso “yo solo le di un golpe” o “yo solo estaba al lado”. Ese pensamiento es peligroso. Porque ocho “solo un golpe” matan a una persona. Y en Villa Gesell ocurrió eso mismo.

Es imposible entender la violencia juvenil sin entender en qué mundo están creciendo los adolescentes. Félix Martín cree que se dan cuatro cosas al mismo tiempo.

  • El culto al individualismo
  • La competencia extrema
  • La falta de tiempo real con los padres

El fiscal del caso de 'La guardia urbana' subraya también la importancia de las redes sociales ya que potencian la comparación constante, la desinhibición y la necesidad de grabarlo todo.