De dónde han salido los elfos traviesos: la última moda navideña que se ha adentrado en nuestras casas

Madrid

Si eres usuario habitual de las redes sociales, de los que están deslizando continuamente la pantalla de Instagram o de TikTok en busca de nuevos impulsos que alimenten a tu cerebro, es bastante probable que te hayas encontrado algún que otro elfo travieso que se encarga de hacer todo tipo de trastadas a los más pequeños. Mientras que algunos se encargan de maquillar al resto de muñecos que hay por casa, otros rodean el árbol de Navidad con papel higiénico. De hecho, también hay algunos más extremos que se comen las chuches de los más pequeños o que incluso le rompen su ropa en mil pedazos.

¿Qué hay detrás de estos seres navideños? Todo comienza el 1 de diciembre, cuando los elfos traviesos irrumpen en los hogares de los más pequeños para vigilarles de cerca a los mismos hasta la visita de Papá Noel y el resto de seres mágicos, que se produce el 25 de diciembre. Sin embargo, y aprovechando que están analizando el comportamiento de los más pequeños, estos aprovechan para enfrentarles a todo tipo de pruebas para ver si realmente han sido buenas personas o no.

Todo nació a raíz de un libro

Un tema sobre el que hemos hablado en la Cadena SER, donde Roberto Sánchez y el resto del equipo del Si Amanece han contado más acerca de esta tendencia cada vez más habitual en nuestras casas: "Se supone que tienen que vigilar a los niños y, en el fondo, lo que hacen es volver locos a los padres inventando todo tipo de travesuras. Por ejemplo, los elfos se comen el turrón y lo dejan tirado por el suelo". Algo que ya hacen otros seres de la Navidad como el Caga Tió, quien se come la merienda de los niños para luego entregarles sus juguetes.

Esos tiempos felices que no volverán

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Pero parece que estos son todavía más extremos. ¿Y de dónde proceden estas criaturas? Para hablar de su origen tenemos que remontarnos solo 20 años en el tiempo, cuando se publicó un libro (The Elf on the Shelf: A Christmas Tradition), que fue todo un éxito, en el que se contaba cómo los elfos ayudaban a Santa a vigilar a los más pequeños mientras estaban en casa. A raíz de este libro, surgió la idea de hacer partícipes a estos elfos de la Navidad y que comenzaran a ganar notoriedad en los hogares.

La revolución de los elfos

Pero han pasado de colarse en nuestra casa a convertirse en unos auténticos macarras: "Ahora ya se han colado en nuestros hogares y también en Instagram. Yo le doy a buscar en Instagram y lo que me sale todo el rato son posibles travesuras que yo puedo hacer con mis elfos. Porque encima yo tengo dos elfos en casa y dos potenciales víctimas a las que atacar. Entonces, cada travesura tiene que ser por duplicado". Y nuestra compañera Adriana Mourelos ha explicado que una de las primeras trastadas de sus elfos ha sido pintarle la cara de los Minions a unos plátanos".

Una trastada que ha provocado todo tipo de risas: "Están al borde de la ley... van a acabar en la cárcel". Pero Mourelos ha recordado que las trastadas las hacen los padres, pero que luego también las tienen que recoger los mismos: "Las miguitas de los barquillos que se comieron el otro día, ¿sabéis quién las recogió con la aspiradora? Porque no fue un elfo".