Miki Esparbé: "'Frontera' es la forma de contribuir a una memoria histórica que muchos pretenden que se cuente distinto"

Madrid

Desde hace unos días, en Grecia está teniendo lugar un juicio contra 24 trabajadores humanitarios. Estas personas se enfrentan a penas de hasta 20 años de cárcel por rescatar a migrantes y solicitantes de asilo en el mar Egeo para ayudarles a llegar a la isla de Lesbos. Esto ocurrió hace casi diez años, cuando las costas griegas sufrían una enorme crisis de refugiados. La actuación de los ahora imputados salvó la vida de seres humanos que, en su mayoría, huían de la guerra en Siria en busca de un lugar más seguro. Sin embargo, la justicia griega les acusa de violar la ley de fronteras, ya que, a su parecer, "facilitaron el tráfico y la entrada ilegal de inmigrantes en suelo europeo".

Este viernes se estrena en cines una película que, aunque ambientada en otra época y en otras coordenadas geográficas, interpela al espectador con reflexiones y dilemas morales muy parecidos a los que suscita este juicio. Se titula Frontera y hoy se asoman a La Ventana su directora, Judith Colell, y sus protagonistas, Miki Esparbé y María Rodríguez Soto.

La película se inspira en hechos reales: los que llevaron a más de 80.000 refugiados, en su mayoría judíos, a pasar clandestinamente a España cruzando los Pirineos para huir de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. "Nadie lanza a sus hijos al mar a no ser que ese mar sea más seguro que la tierra de donde salen", comenzaba Judith Colell, directora de Frontera. Para Colell, que existan personas que puedan ir a la cárcel por el simple hecho de ayudar a otras le parece "increíble y le horroriza".

Miki Esparbé interpreta a un administrador de aduanas, una figura que para los actores y la directora de Frontera era completamente desconocida antes de comenzar a rodar la película. La historia no llegó a las manos de Colell hasta que unos guionistas le enviaron un artículo que contaba la historia de un hombre que había ayudado a salvar gente en las aduanas.

Para los protagonistas, este "ha sido un trabajo intenso". Tanto María Rodríguez Soto como Esparbé han sentido una gran responsabilidad y mucho orgullo por poder retratar un episodio nuevo de una historia que la gente no conoce y, sobre todo, por "contribuir a una memoria histórica que muchos pretenden que se cuente distinto", decía el actor en La Ventana. Frontera refleja el año 1943, cuando España estaba en plena posguerra. Durante esta época, los españoles, continuaba Esparbé, "están muy cansados y erosionados, independientemente del bando al que pertenezcan".

María Rodríguez Soto ha destacado la forma en que su nuevo trabajo relata la guerra: "Es especial contar la guerra desde la empatía al prójimo y no desde el miedo", ha explicado en La Ventana. Para la actriz, son las altas esferas a las que no les interesa que el pueblo se movilice, se comunique y que haya movimientos sociales. "Es muy importante ver cómo el pueblo puede ser el que salve al pueblo; solo falta que nos lo creamos", confesaba.

¿Quiénes cruzaban estas fronteras?

La mayor parte de las personas que cruzaban eran judíos, gitanos, homosexuales y, en definitiva, personas que no estaban de acuerdo con el régimen. La ruta consistía en cruzar el Pirineo para dirigirse hacia Galicia y Portugal, y allí embarcar rumbo a Latinoamérica, Estados Unidos o Canadá.

Judith Colell ha destacado una historia sobre una mujer gallega y franquista, pero opositora del régimen nazi, que disfrazaba a los refugiados de monjes y monjas para que pudiesen cruzar la frontera: "Me parecía muy curiosa".