Si en algo se parecen Chile y España, es que el pinochetismo y el franquismo nunca han desaparecido
No se articuló un relato real de lo que ocurrió durante las dictaduras, y por eso han surgido relatos de enaltecimiento
Carles Francino
Han pasado solo 40 años desde el asesinato de Víctor Jara y solo 35 años desde que acabó la dictadura de Pinochet en Chile. Tampoco ha pasado tanto tiempo y ya sé que lo que ocurre en un país es difícilmente exportable a otro, pero sí puede ser útil como referencia o como comparación.
Más de siete millones de chilenos han elegido presidente a un señor, José Antonio Kast, que asegura que durante la dictadura de Pinochet no se encarcelaba a los opositores. De matarlos, como a Víctor Jara, cuyo cuerpo apareció con 44 disparos y 55 fracturas, ya ni hablamos, aunque los datos de los historiadores, recordemos, suman, entre muertos, torturados y desaparecidos, más de 40.000 personas.
La explicación de cómo un pinochetista declarado ha ganado en todos los segmentos de la sociedad chilena seguramente tiene matices que se nos escapan, pero hay otros que no tanto.
Porque si en algo se parecen Chile y España es que a Franco y a Pinochet no los echaron. Por eso el pinochetismo no había desaparecido nunca de Chile, y ahora se confirma. Y por eso tampoco el franquismo ha desaparecido en España.
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Francino, sobre la victoria del ultraderechista Kast en Chile: "Si en algo se parecen Chile y España es que a sus dictadores no les echaron"
No se articuló un relato real de lo que ocurrió en la dictadura, y con el paso del tiempo, han surgido relatos a la contra, o sea, de enaltecimiento del franquismo.
Hace 15 o 20 años, hubiera chirriado lo que dijo el diputado de VOX Manuel Mariscal en el Congreso sobre "los jóvenes que gracias a las redes sociales están conociendo que la etapa posterior a la Guerra Civil no fue una etapa oscura como nos vende este Gobierno, sino una etapa de reconstrucción, de reconciliación y progreso para lograr la unidad nacional".
"La etapa posterior a la Guerra civil", dijo. Hoy esto está normalizado, está aceptado y es lo que hay. Pero voy a quedarme con eso de que muchos jóvenes, gracias a las redes sociales, están conociendo la realidad: en TikTok lleva rulando desde hace días un rap en el que se cuenta lo que de verdad ocurría durante la dictadura franquista.
Hoy, más que nunca, merece la pena escucharlo.
