La trampa mental que te lleva a escoger entre un número u otro en la Lotería de Navidad: no es casualidad
Todos los números cuentan con las mismas posibilidades de esconder el Gordo

La trampa mental que te lleva a escoger entre un número u otro en la Lotería de Navidad: no es casualidad
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Dentro de apenas unos días, concretamente el próximo lunes 22 de diciembre, el Teatro Real de Madrid acogerá el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. Un evento muy especial, que detendrá a todo el país durante unas horas, en el que conoceremos cuál es el número que esconde el siempre esperado Gordo. Mientras que algunos han comprado el mismo número de siempre, esperando que esta vez sí que sí puedan llevarse el gran premio, otros han recurrido a la técnica de la pesca de arrastre y han comprado todos los números que se les han pasado por delante e incluso alguno que otro más para aumentar sus probabilidades de ganar.
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¿Alguna vez te has preguntado por qué escogemos un número y no otro? Si le echas un breve vistazo a los décimos que has comprado durante estos últimos meses, es bastante probable que hayas evitado cifras repetitivas o números muy bajos. Pero estos números tienen tantas probabilidades de salir como el 11111 o el 00012. De hecho, podría darse el caso de que tocara el mismo número que el año pasado, pues las posibilidades de que te toque ese número son exactamente las mismas que las de cualquier otro décimo. Sin embargo, y si te dijeran que es el número que escondía el Gordo el año pasado, probablemente lo desecharías.
La superstición
Todo ello por una trampa mental que se crea en nuestra cabeza. Así lo ha explicado la divulgadora Raquel Mascaraque en una nueva entrega del Si Amanece..., donde nos ha hablado acerca del sesgo del optimismo y por qué nos decantamos por un número u otro en este tipo de sorteos: "El cerebro tiende a pensar que las cosas buenas son más probables de lo que realmente son. Y este sesgo se mezcla con la superstición. Cuando no controlamos un resultado, el cerebro intenta crear estas ilusiones de control para generar más expectativas: 'Si este número me dio suerte una vez...', 'si lo compro en Doña Manolita tiene más posibilidades...' o 'va a tocar en mi fecha de nacimiento'".
Por lo tanto, escoger entre un número u otro no va a cambiar la probabilidad de que te toque la lotería, pero sí tus sensaciones de cara al sorteo: "No cambia la probabilidad, pero sí cómo te sientes a la hora de gastarte dinero en esa probabilidad. Entonces el cerebro responde más a la posibilidad que a la probabilidad de que algo toque y por eso escogemos un número determinado antes que otro a la hora de gastarnos el dinero".
La trampa de la ilusión
De hecho, la divulgadora explica que esta trampa se activa incluso antes de jugar: "Esto no se enciende solo cuando te toca, también cuando piensas que te podía tocar". En resumidas cuentas, nuestro cerebro nos lleva a pensar que nuestros números tienen más posibilidades de salir premiados que el resto y por eso es mucho más difícil controlar el impulso cuando se genera esta ilusión de control.

El asaltante de la zona norte (y I)
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No sabemos qué número esconde el gordo, pero sentimos que nuestros números tienen más probabilidad que el resto aunque, a la hora de la verdad, no sea así. No obstante, en esta edición habrá más ganadores que nunca, así que, quién sabe si vas a ser el próximo millonario.

David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...




