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Oliver Laxe: "Estamos hackeando el sistema y el sistema lo agradece"

El director de 'Sirat', que acaba de pasar la primera criba para los Oscar, presenta en el Museo Reina Sofía 'Hu, Bailad como si nadie os viera', una instalación con música, espiritualidad y cine

El cineasta gallego Oliver Laxe, ante la instalación 'Oliver Laxe, HU/????. Bailad como si nadie os viera', parte de la investigación y de las grabaciones de la película Sirat. / FERNANDO VILLAR (EFE)

El cine de Oliver Laxe (París, 1982) es un cine espiritual y sensorial. Así lo ha demostrado con Sirat, su película más popular, que ha conseguido pasar la primera fase para estar nominado a los Oscar. "Sigo de subidón", nos contaba en el Museo Reina Sofía donde ha presentado una instalación HU/هُوَ. Bailad como si nadie os viera. "La manera que tengo de trabajar al cine es la misma manera que tengo cuando he trabajado aquí. Esta es mi casa, soy un artista plástico".

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Como en el filme que ganó el Premio del Jurado en Cannes, el trabajo sonoro lo ha concebido de la mano del músico Kangding Ray, nominado al Globo de Oro por la música de Sirat en un juego con los espectadores a los que invita a bailar dentro del museo, el gran templo del arte. "Es un proceso creativo, es un proceso de vida en el que surgen obras. El museo te ofrece cosas que el cine no, todas las artes tienen sus limitaciones, el cine las tiene, para bien y para mal, y el museo también", cuenta sobre este transvase artístico que viene de una misma idea, la de Sirat. En realidad, no es la primera vez que Laxe se acerca al museo, a las instalaciones. Lo hizo antes de convertirse en cineasta. "Yo quería hacer cine, pero no había dinero para estudiar, así que estudié publicidad". En esos años, acabó colándose en la Facultad de Bellas Artes donde realizó ya varias instalaciones. "Hay algo de lo popular que me gusta del cine. Pero mantengo esa parte de escultor". Lo dice por su trabajo con las imágenes y el sonido, "de una manera muy escultórica, muy matérica, muy estructural. He trabajado de la misma manera en la película y aquí, pero en un museo tienes la espacialidad que genera en el espectador ya unas sensaciones muy determinadas".

Ese espacio, una nueva sala, Espacio 1, que el museo va a dedicar a proyectos ligados con el audiovisual, es la que ha acogido Hu, título de una instalación que es una palabra árabe y que remite al sonido primigénio, al hálito divino. El subtítulo de la pieza, Bailad como si nadie os viera, proviene de un verso de Rūmī, un místico y erudito persa cuya obra ha inspirado a Laxe para el guion de Sirat. "Estoy intentando no intelectualizar la obra. Y yo aquí, intelectual. Creo que es uno de los males del arte contemporáneo. El artista tiene muchos mecanismos de defensa y ya llega con la obra masticada y ya intelectualizada. Pasa que cuando tú dices demasiadas cosas, al final no dices nada, no evocas nada. Yo me estoy un poco privando de analizar esta obra".

El cineasta gallego Oliver Laxe. / FERNANDO VILLAR

Sin embargo, hay mucho detrás de la obra, que comenzó con el material de todo el rodaje de la rave, del experimento que ha sido la película. El cineasta llevaba tiempo con siguiendo a esta comunidad. "Llevo años experimentando estas comunidades alternativas y lo que tienen de sagrado, el baile como algo terapéutico para conectar con tu fragilidad, con tu herida".

En la primera de las salas, entramos en penumbra y nos recibe una pirámide de altavoces, que remite a las raves y que se alza como un alminar, las torres desde donde se realiza la llamada al rezo en el Islam. El sonido que emite es una vibración constante que alcanza a buena parte del claustro y del museo. Es el ritual antes de entrar al templo, donde nos preparamos para el momento sagrado, como cuando entramos a la sala de cine. "Todo remite a un estado de celebración mezclado con amargura. O nostalgia mezclada con felicidad". Es una especie de ablución sonora que acompaña a los espectadores a la sala principal, donde se ubica una instalación de tres proyecciones donde entramos en los paisajes desérticos, bajo el sol, donde aparecen templos, altavoces y donde bailar los protagonistas de la películas, entre ellos, el actor Sergi López.

"Hemos filmado una rave de verdad. En este caso, el cine se ha adaptado a la realidad. Las imágenes de Hu surgen de otra secuencia que se filmó en el desierto. Estábamos todos al límite, era junio, y ese ir al límite se ve en esta instalación. Eso lo he mezclado con unas imágenes que filmé en Irán hace diez años. Filmé templos musulmanes, templos zoroástricos y ahora he podido montarlas junto a lo que he hecho en Sirat". La imagen y el sonido, van intensificando su ritmo, en una instalación que está muy lejos de ser narrativa, que dura 18 minutos, pero que el espectador puede entrar, salir e incluso bailar a la sala del museo, donde también se puede alcanzar el éxtasis. Una experiencia física, sensorial que apunta a un intento de volver a reencantar al mundo. "Creo que es importante ver las imágenes con el cuerpo. Con el cuerpo me parece que hay unos niveles de percepción que equilibran la cabeza. Con mi trabajo intento estimular esas sensibilidades que tiene el cuerpo, que entiende cosas a través de la sensación"

'Sirat' llega al museo, así es 'Hu, Bailad como si nadie os viera', la exposición de Oliver Laxe

Reina Sofía

"La obra de arte empieza cuando entra en conexión con la gente. Y espero que suscite infinidad de reacciones diversas, como pasa con mis películas, que pueden ser sentidas, leídas, interpretadas de infinidad de maneras. Y creo que el arte es eso, es un espejo, cada uno se mira como es, como quiere, dependiendo del día, de su estado emocional".

La colaboración con el museo está pensada mucho antes de saber el éxito de Sirat y justo, la inauguración ha coincidido con el día en que la Academia de Hollywood ha dado a conocer la primera criba de películas internacionales finalistas a los Oscar en varias categorías. Sirat está en cinco: película internacional, sonido, banda sonora, fotografía y casting. Es el primer paso a conseguir la nominación para los premios de una película que ha ido conquistando a críticos, espectadores, festivales y premios. "La película es hacker. Estamos hackeando un poco el sistema, pero el propio sistema lo agradece. Tenemos el respeto de toda la cinematografía mundial y estamos con películas muy oscarizables, diseñadas para estos premios. Que una película como esta, donde cuando la ves mueres, pues es una buena noticia de que la gente está cansada de ver lo mismo y que la industria celebre cuando hay miradas nuevas y valientes".

La crítica americana ha sido especialmente favorable a un autor con obras como Lo que arde, Todos vosotros sois capitanes o Mimosas. "Es una sociedad que le gusta la excitación y Sirat es muy sexy. Está conectando la gente con la película, toca algo muy esencial, la muerte, la vida, la familia, ser padre". Es consciente de que la suya es una de esas películas que no generan consensos, sino debates enconados, que no dejan indiferentes. "La hicimos con esa intención, hay discusiones acaloradas, hay gente que la considera una obra maestra, una película que pasará a la historia. Hay gente que considera que es oportunista, una farsa. El arte es eso, cada uno lo mira de una manera", reconoce Laxe que cree que el principal problema para un artista no está en su financiación. "Está en mantener el gesto artístico sin engañarte".

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada...