Ciencia y tecnología

Esto revela un estudio de la relación entre comer queso y la demencia

La investigación ha durado más de 25 años y han participado 27.500 personas

Fotografía de dos quesos en la Fromago Cheese Experience de Zamora / ELEONORA CACCIARI

Un estudio publicado en la revista Neurology Journals, en el que han participado más de 27.500 personas, relaciona el consumo de queso con alto porcentaje de grasa con un menor riesgo de desarrollar demencia. Estos quesos con alto porcentaje de grasa se refiere a productos como el Cheddar o el Brie.

Según esta investigación, que ha hecho un seguimiento de unos 25 años a cada sujeto, aquellos que consumieron queso con mayor porcentaje de grasa, tuvieron menos de demencia, de hecho, analiza la diferencia entre aquellos que comían 50 gramos o más diariamente y aquellos que comían menos de 15 gramos con un 3% más de casos entre estos últimos.

El estudio también apunta que tomar este producto, pero bajo en grasa, no tiene relación con una mayor posibilidad de sufrir esta enfermedad.

¿Cómo se realizó el estudio?

La investigación inició en los años 90 del siglo pasado en Suecia, donde se reclutó a personas de entre 45 y 73 años, los participantes escribieron su dieta, todo aquello que bebían y comían durante un periodo de siete días, además de un cuestionario y una entrevista personal para completar la información de cada uno de los individuos.

Pasados 24 años, en 2014 y posteriormente en 2020 se revisó cuántos de los participantes habían desarrollado demencia, a través de la información recogida por un registro nacional de Suecia.

En los análisis se controlaron otros hábitos vitales de los participantes que pudieron ser factores que derivasen en la enfermedad, entre ellos si fumaban, si eran consumidores de alcohol o tenían antecedentes de problemas cardiovasculares en su familia.

Dudas respecto a los datos recogidos

Sin embargo, el método de recoger los datos genera dudas entre algunos miembros de la comunidad científica, como el doctor Tian-Shin Yeh de la Universidad de Taipei, que asegura en otro artículo que el hecho de que la información sobre las dietas se tomara en los 90 y no se volviera a pedir esa información pasados los años, puede haber afectado a los resultados, ya que las dietas podrían haber variado durante los años.