Transmite la SER
Cine y TV

Los privilegios de Javier Gurruchaga durante su mili: "Estábamos exentos de hacer ciertas guardias"

El vocalista de la Orquesta Mondragón guarda un buen recuerdo de su servicio militar obligatorio

Los privilegios de Javier Gurruchaga durante su mili: "Estábamos exentos de hacer ciertas guardias"

Madrid

Javier Gurruchaga ha pasado a la historia de la televisión española y también de la música, y es que el vocalista de la Orquesta Mondragón lleva desde 1976 generando risas y alegrías a todo aquel que lo ha visto. Un talento que ya supieron apreciar en el ejército y por el que tuvo un trato privilegiado en el servicio militar obligatorio.

Más información

El vasco ha estado en Transmite la SER con Juan Carlos Ortega, quien, además de deshacerse en elogios hacia él y proponerle ser colaborador habitual del programa, le ha preguntado acerca de su juventud y algunas de las peculiaridades de la mili que realizó, muy diferente a la de muchos españoles que tuvieron que hacer el servicio militar de forma obligatoria.

Ortega ha hecho hincapié en que Gurruchaga estudió Filosofía y Letras, aunque no llegó a terminar la carrera, y además hizo el servicio militar como saxofonista, algo, por supuesto, nada habitual y que le dio la oportunidad de vivir la mili de forma muy diferente.

Un saxofonista en el Ejército español

"En la música estudié cuatro años de saxofón. Ahora la carrera son once, aunque en realidad tocar un instrumento requiere toda la vida", explicaba Gurruchaga, que admitió que tuvo "un profesor que era clarinetista y además subteniente, y le enchufó para hacer la mili de voluntario" para hacer la mili en San Sebastián.

Gurruchaga ha confesado que hizo los veinte meses de servicio militar obligatorio como saxofonista, por lo que fue "una mili muy musical", de la que, a diferencia de muchas otras personas, tiene "un gran recuerdo", y que fue un período muy enriquecedor profesionalmente hablando.

"Estábamos exentos de hacer ciertas guardias y estábamos muy concentrados en estudiar y mejorar con el instrumento", aseguraba Gurruchaga, para quien el saxofón fue un instrumento que le venía fascinando desde chaval, cuando veía en el Festival de Jazz de San Sebastián a los intérpretes.

El espectáculo de Javier Gurruchaga

Un instrumento que, además, le valió pasar una mili amena, no como para millones de hombres para quienes, además de que este período paralizaba su vida durante veinte meses, suponía una época muy dura, en la que estaban totalmente exigidos y obligados a separarse de sus familias durante un tiempo en el que tenían que seguir las estrictas normas del Ejército español.