Cartagena pudo ser estadounidense: la historia de la carta que pudo cambiar España
Hace ya más de dos siglos, la localidad murciana solicitó a EEUU anexionarse al país americano

Cartagena pudo ser estadounidense: la historia de la carta que pudo cambiar España
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Madrid
La historia de España está llena de misterios y anécdotas que, a pesar de ser realmente curiosas, se mantienen ocultas. Miguel Maldonado busca descubrirnos, con su ya clásica lista de efemérides, un nuevo episodio de una de las localidades del sur peninsular y su intento de unión a una de las grandes potencias internacionales de la actualidad.
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Esta vez, la protagonista de los hechos es la ciudad de Cartagena. La localidad murciana, dirigida en ese momento por el cabecilla del Cantón de Cartagena, Roque Barcia, solicitó en 1873 al presidente estadounidense, S. Grant, la anexión de la ciudad del sur peninsular a la potencia americana.
Una solución que no resultó exitosa
Esta solicitud de ayuda enviada por Roque Barcia al ejecutivo estadounidense buscaba solucionar una etapa de conflicto entre la localidad murciana y el resto del estado español, pero finalmente, S. Grant hizo caso omiso a la petición de su homólogo cartagenero.
Miguel Maldonado, fuente con mayor prestigio en el tratamiento de información relativa a la comunidad murciana dentro de Sastre y Maldonado, sitúa como factor culpable de esta fallida anexión de Cartagena a Estados Unidos al gran choque cultural entre ambos pueblos. "Su folklore les pesa mucho", apunta el cómico.
El humorista murciano no concibe la idea de que, aquél pueblo que se vanagloria de crear una de las mejores tapas que existen, la denominada como 'marinera', pase a formar parte de una cultura tan globalizada y mercantil como la estadounidense.
Para Maldonado, esa alargada rosquilla de pan, untada con una generosa dosis de fresca ensaladilla rusa y coronada en su cima con el sabor salado de la anchoa, ejerce como una especie de muro o barrera intelectual. Gracias a este clásico de los bares españoles, la gastronomía evita una hipotética simbiosis entre dos universos culturales tan distintos como lo son el cartagenero y el estadounidense.




