Vendió íntegramente El Gordo del año pasado y ahora tiene una duda de por vida por siete décimos

Madrid

El año pasado se brindó con vino en la administración donde se vendió El Gordo del sorteo de la Lotería de Navidad. Estando en pleno centro de Logroño, todo el mundo tenía una copa de Rioja en la mano. Sin embargo, entre los agraciados había pocos riojanos: "Siendo una ciudad y una comunidad autónoma tan pequeñas, la mayor parte del premio se fue a Madrid, a unos clientes que tenemos allí", cuenta Ignacio Alda, tercera generación de 'Lotería María del Carmen'.

Ignacio estaba siguiendo el sorteo en el ordenador como todos los años pero, antes de que saliera el número, recibió una llamada de un medio de comunicación alertándoles de que habían ganado: "Resulta que iba como con 15 segundos de retraso y enseguida empezaron a venir todos los medios y se sucedieron las celebraciones".

Los siete décimos misteriosos

Una vez pasado ese susto inicial, comprobaron que era el 72.480, el número que habían vendido casi íntegramente al Club de Baloncesto Distrito Olímpico de Madrid: "No nos piden siempre el mismo número. Loterías nos manda números al azar y nosotros en verano nos pusimos en contacto con ellos, como hacemos con todos los colectivos, y nos dijeron quiero uno terminado en cero y otro en uno, y ya está, aleatorio totalmente", explica Ignacio.

Hay casualidades y luego está lo suyo: qué ha sido de la mujer que sin comprar el Gordo acabó cobrando el premio

Cuanto todo se calmó, en la administración de Logroño hicieron cuentas y vieron que habían llegado a vender siete décimos en ventanilla, no saben si fue un único comprador o varios. Un año después desconocen al dueño o dueños de esos décimos: "Es bastante dinero y por lo que sea, por miedo o por timidez o el motivo que sea no dicen nada. Van directamente al banco, lo ingresan y aquí no ha pasado nada".

"Parecemos Doña Manolita"

El club de Baloncesto Distrito Olímpico de Madrid repartió alrededor de 380 millones de euros en participaciones. Este año dicen que parecen "Doña Manolita" por la "avalancha" de peticiones que están teniendo cuando habitualmente "había que estar rogando" a la familia y a los amigos para que compraran: "Venía muy bien para la economía del club", reconoce Ángel Francisco Iglesias, vicepresidente del club.

Ampliar

Cerrar

En la administración de Logroño también están trabajando sin descanso estos días. "No sabemos si viene por El Gordo que dimos hace un año o si es la tónica general, porque he hablado con otros compañeros de otras provincias y la verdad es que el sentimiento es un poco generalizado". Por supuesto, el Club de Baloncesto Distrito Olímpico de Madrid ha vuelto a confiar en ellos un año más.

Vendieron también el primer premio de El Niño en 2022

Ignacio tiene 32 años. Terminó la carrera en 2016 y se fue a ayudar al negocio familiar: "Esta es mi décima campaña". Le gusta trabajar allí: "Es un negocio que que he mamado desde pequeño. Mi abuela abrió la administración en 1973. Por aquí hay fotos de mi abuela repartiendo premios y en una foto que tenemos aquí está mi hermano por ahí detrás con 7 u 8 años. Me gusta porque tratas mucho con la gente y luego cuando das premios, es muy gratificante porque porque te das cuenta que realmente a lotería toca y le cambia la vida a muchas personas".

"Me volví loca": la nueva vida de Mar en un pueblo donde tocó el Gordo de la Lotería de Navidad pero casi nadie lo dice

En 2022, también repartieron suerte con el primer premio de la lotería de El Niño y en esa ocasión sí se quedó en la región: "Se acercaron clientes de siempre porque además pues fue un número abonado de muchos años, de la época de mi abuela, y ahí sí que venían y nos contaban y luego también porque lo vendía un bar aquí en Logroño".

A pesar de estar toda la vida con lotería en la mano, no sabe qué haría si le tocara a él El Gordo, incluso se sorprende con la pregunta: "La verdad es que algo que es algo que no me he planteado nunca. Me imagino que invertir, comprarme una casa, que hoy en día es un poco la prioridad de todos los jóvenes. También me pegaría algún viaje lejos, de de unos cuantos días e invitaría a mis amigos más cercanos a cenar un día".