La carga mental de las mujeres en Navidad: un desafío poco visible
Un 65% de las mujeres se sienten desbordadas por la carga mental que implica la organización del hogar, un problema que se intensifica durante la temporada navideña, según datos de la asociación Malas Madres
La carga mental de las mujeres en Navidad: un desafío poco visible
Madrid
La asociación Malas Madres ha publicado datos sobre la sobrecarga de trabajo que enfrentan las mujeres durante las fiestas navideñas. Según sus informes, un 65% de las mujeres se sienten desbordadas por la carga mental que implica la organización del hogar, un problema que se intensifica durante esta época. Las compras, las comidas, las cenas y la planificación de los eventos generan una presión adicional, llegando a un 72% de mujeres que asumen la responsabilidad de preparar todo durante estas fechas festivas.
Historias cotidianas
Felisa, una madre que disfruta de las reuniones familiares, comparte su experiencia: "Me gusta organizar las celebraciones, pero a veces desearía que alguien más lo hiciera al menos un año". Esta sensación de sobrecarga es común entre muchas mujeres que, aunque disfrutan de la época navideña, sienten que la presión recae casi exclusivamente sobre ellas.
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Carmen, por su parte, también asume una gran parte de la organización, pero en su caso, la cocina es responsabilidad de su marido, quien disfruta y se encarga de los platos festivos. Juana, otra mujer que se enfrenta a este reto, se ocupa de los regalos, una tarea igualmente exigente y que requiere mucha dedicación.
En contraste, en la casa de José Luis, las tareas están repartidas más equitativamente. Sin embargo, este tipo de reparto sigue siendo la excepción más que la norma.
El Impacto de la Desigualdad
Para el sociólogo Luis Miller, miembro del CSIC, la sobrecarga de trabajo en las mujeres durante la Navidad no es un fenómeno aislado, sino un reflejo de la persistente desigualdad en el reparto de tareas domésticas. Según Miller, los avances en materia de igualdad de género han sido visibles en áreas como la educación y el trabajo remunerado, pero el trabajo no remunerado —el que tiene lugar en el hogar— sigue siendo una tarea predominantemente femenina y, en gran medida, invisible.
Este desequilibrio tiene consecuencias directas en el bienestar de las mujeres. Según datos del CIS, las mujeres dedican un promedio de 3 horas al día a las tareas del hogar, mientras que los hombres invierten solo 2 horas. En cuanto al cuidado de los hijos, las madres destinan 7 horas diarias, frente a las 4 horas de los padres.
Detrás de todo esto existe una realidad que sigue siendo incómoda y, a menudo, ignorada: las mujeres cargan con una parte significativa del trabajo invisible que, lejos de ser reconocido, genera estrés físico y mental. En tiempos de celebraciones, esta carga se multiplica, generando no sólo un desequilibrio en la distribución de las tareas, sino también un malestar emocional que muchas mujeres enfrentan en solitario.