Cómo actuar ante atragantamientos estas Navidades: "Yo recomendaría cortar las uvas"
El médico intensivista Borja Díez explica cómo hacer la maniobra de Heimlich

Cómo actuar ante atragantamientos estas Navidades: "Yo recomendaría cortar las uvas"
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Madrid
Cuando llega un día tan señalado como el 31 de enero, muchas personas viven con el temor a las 00:00 de la noche de atragantarse con las uvas cuando arrancan las campanadas para poner el broche final al año presente. Hay gente que opta por comprarlas peladas, otros por buscar una alternativa a este producto y, los más atrevidos, se comen las 12 uvas con la piel y sus correspondientes semillas.
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Rafa Panadero ha recibido en La ventana al médico intensivista Borja Díez para saber algunos consejos sobre cómo actuar en estos casos, ya que el atragantamiento es la tercera causa de muerte no natural en España, tal y como recuerda Panadero.
"En esta época se juntan tres cosas que nos dan pánico (a los médicos) y es que tenemos comidas más copiosas –con un mayor consumo de alimentos mezclado con algo más de dosis de alcohol– riesgos específicos del tipo de alimento que tomamos y hay mayor distracciones", explica Díez.
"Tomarse 12 uvas en 12 segundos a priori es algo que resulta difícil", asegura el médico, recomendando que sigamos esta tradición "con cautela". Además, Díez explica que en el entorno de las comidas y cenas de Navidad hay más distracciones, sociabilizamos más y es un contexto "más de risas".
"Tendemos a cometer el error de hablar al mismo tiempo que estamos tomando comida, entonces el riesgo de atragantamiento en ese momento existe y mucho", continúa.
Los más pequeños y los más mayores son los más propensos a atragantarse
Panadero comparte con el médico una tensa experiencia de un amigo suyo en la que estaba comiendo un perrito caliente y se atragantó con la salchicha, además, estando solo. "Es una situación bastante comprometida porque, estando solos, la maniobra del auto-Heimlich a día de hoy prácticamente no se recomienda", asegura Díez.
El médico aconseja, en primer lugar, pedir auxilio de alguna manera, llamando a la puerta de algún vecino, por ejemplo. "Nosotros estamos recomendando siempre abrir la puerta de casa, avisar a algún vecino y, sobre todo, dejar la puerta abierta en caso de que caigamos inconscientes" para que alguien pudiera socorrernos, explica.
Díez asegura que hay algunos alimentos en específico con los que se debe tener especial cuidado, como en el caso de las salchichas. "En los niños pequeños de entre dos y tres años recomendamos mucho a los padres tener precaución con cómo cortan las salchichas, para que no puedan producir esta obstrucción en la vía aérea que nos lleve a una situación dramática", recomienda.
"En los niños más pequeños y en las personas más mayores es donde se produce la incidencia más alta de atragantamientos", afirma Díez, que explica que, por ejemplo, los niños de 11 y 12 años están deseando terminar de comer rápido para irse a jugar.
"No podemos ingerir 12 uvas en 12 segundos, es materialmente imposible"
"En estas navidades yo recomendaría tres cosas fundamentales. El tema de las uvas: por favor, tengamos precaución. Yo recomendaría cortar las uvas porque, por supuesto, no podemos ingerir 12 uvas en 12 segundos, es materialmente imposible", reclama Díez.
El segundo consejo que pide este médico tener muy en cuenta es el control de los más pequeños: "Vigilemos la comida de los niños y más con las uvas". Y, por último, el tercer factor que recomienda Díez es "que todo el mundo tuviera esos conocimientos, que supieran actuar ante un atragantamiento".
Pero, ¿cómo saber si debemos intervenir ante un atragantamiento? "En el 95% de los casos, el atragantamiento es una obstrucción parcial. Significa que tú te atragantas y empiezas a toser, ese es tu mecanismo de defensa", explica el experto, que indica que es una idea errónea el reflejo de dar golpes en la espalda a alguien que se atraganta o dar agua o migas de pan.
"Todo eso no sirve para nada. Si vemos que alguien tose, se está defendiendo, animémosle a toser", asegura. En el caso de que esa persona no pueda toser, se deberá hacer la maniobra de Heimlich, que consiste en poner un puño cerrado en la boca del estómago y con la otra mano se abraza al paciente. "Apretáis cinco veces hacia dentro y hacia arriba, con el objetivo de que el aire retenido en los pulmones pueda salir hacia afuera y expulsar ese cuerpo extraño", explica el experto.




