Ni gimnasio, ni gimnasia: por qué este año tampoco vas a cumplir tus propósitos de año nuevo
Raquel Mascaraque nos cuenta qué sucede en nuestro cerebro con la entrada del año nuevo

Ni gimnasio, ni gimnasia: por qué este año tampoco vas a cumplir tus propósitos de año nuevo
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Madrid
Seguro que en alguna ocasión te has propuesto apuntarte al gimnasio coincidiendo con la entrada del año nuevo. Y no solo eso. Seguro que también habrás pagado por el pase anual, a sabiendas de que lo más probable es que lo dejes en unas cuantas semanas, porque te sale bastante más barato que las cuotas mensuales. Y al final pasa lo de siempre. Llega el 10 de febrero y ya no te acuerdas ni de dónde está el gimnasio. Ese pase anual que te parecía hasta barato ha acabado siendo mucho más caro de lo que pensabas inicialmente y aplazas lo del gimnasio para enero del año que viene.
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¿Por qué nos cuesta tanto cumplir nuestros propósitos de año nuevo? Para responder a esta pregunta contamos con Raquel Mascaraque, quien ha vuelto una semana más al Si Amanece de la Cadena SER para contarnos todo tipo de curiosidades acerca de nuestro cerebro. En esta ocasión, la divulgadora nos ha explicado que la mayoría de estos propósitos de año nuevo no se cumplen por un efecto conocido como el Fresh Start Effect (Efecto de reinicio en castellano).
El efecto de la dopamina
Cuando el año está llegando a su fin, el cerebro suele separar el 'yo pasado' del 'yo futuro' y nos llena de energía de cara a lo que está por venir. Después de ver que hemos vuelto a fracasar con nuestros propósitos un año más, la entrada en el año nuevo nos devuelve la ilusión y el cerebro libera una gran dosis de dopamina que nos anima a engancharnos al año nuevo con fuerza: "La venden como la hormona de la felicidad, pero al final es un neurotransmisor que nos invita a la acción para hacer cosas que se supone que son buenas para nosotros". Es decir, el cerebro te genera placer para que tú repitas esas acciones y que puedas superar esos propósitos de año nuevo.
Sin embargo, Raquel Mascaraque nos recuerda que la dopamina solo es una chispa: "La dopamina es una chispa, no es el motor. Cuando al mes se acaba la novedad, el cerebro se para y te dice, 'Bueno, vale, mira, que la broma ya está'. Las ganas nos duran ese tiempito que nos dura la dopamina y luego eso se va diluyendo". Por lo tanto, empezamos el año con muchas ganas, pero para el 10 de febrero en el mejor de los casos es bastante probable que ya hayas fracasado: "En enero siempre suele haber muchísima gente en el gimnasio, pero para febrero o marzo ya vuelve a lo habitual". ¿Y qué podemos hacer para no fracasar? En esta ocasión, la divulgadora ha compartido los consejos que nos ofrece Hábitos atómicos, un libro ideal para estas fechas en el que te cuentan cómo poder seguir adelante con tus propósitos más allá de ese 10 de febrero.
Las cuatro claves para superar los propósitos
En primer lugar, y si eres de los que va a apuntarse al gimnasio, es importante dejar las zapatillas y la ropa deportiva a la vista: "El cerebro va a lo visible, no tanto a lo importante. Entonces, si quieres caminar, deja la zapatilla a la vista. Si quieres leer, deja un libro donde quieras empezar a hacerlo para que cada vez que pases por allí lo recuerde tu cerebro". El segundo paso es hacer este nuevo propósito atractivo. Como salir a correr 10 kilómetros puede parecer un castigo para ti, vincúlalo a algo que te guste. Es decir, asocia salir a correr con escuchar un pódcast favorito o disfrutar de las mejores vistas de tu ciudad: "Tienes que hacerlo atractivo y asociarlo a algo que te guste".

El tercer paso es hacerlo fácil: "El error clásico es empezar demasiado fuerte. Empiezas el año muy motivado y la gente viene a tope y eso no dura. Entonces, si el hábito supera el umbral de esfuerzo, el cerebro lo percibe como una amenaza y lo va a evitar. Por eso, lo pequeño funciona mejor. Es mejor hacerlo durante dos minutos al día que hacerlo durante una hora todos los días y dejarlo en una semana". Y, por último, la experta recomienda hacerlo satisfactorio: "Para que el cerebro lo archive como éxito, tienes que generar un refuerzo positivo para repetir la acción. Tienes que darte la palmadita en la espalda a ti mismo. Lo refuerzas, lo remarcas y sales del gimnasio el 15 de febrero pensando que qué bien sigue estando esto de cumplir el propósito de año nuevo". Por lo tanto, es importante educar a nuestro cerebro para que se amolde a esta nueva realidad y poder así superar los retos que nos hayamos fijado.

David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...




