Adiós a las bombillas LED: descubren por qué se queman tan rápido y cómo puedes impedirlo
Ciertos factores comprometen la vida útil de sus componentes
Bombilla / MirageC
En lo últimos años, la tecnología LED se está imponiendo a la iluminación tradicional por las ventajas intrínsecas que se le advierten, como son el bajo consumo, la poca emisión de calor, la mejor nitidez luminaria o la mayor durabilidad que tienen. Es por ello que se suele recomendar su uso aunque pueda gastarse un poco más en su adquisición, pero a la larga suelen suelen suponer un mayor ahorro.
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Esto, sobre todo, viene dado por un consumo más ajustado y que su vida útil es bastante más larga que la de las bombillas incandescentes, llegando a apuntar algunos fabricantes que pueden dar hasta 25.000 horas de luz, lo que quiere decir bastantes años de resistencia. Sin embargo, esto es en cuanto a las indicaciones, porque luego en la rutina diaria vemos cómo pueden 'morir' mucho antes.
Ante esto, Tyler Lacoma intentó arrojar un poco de luz (nunca mejor dicho) en un artículo en CNET, asegurando que ha investigado y hablado con "instaladores de iluminación y fabricantes de LED para averiguar qué está pasando realmente". Afirma que "los LED no se 'queman' simplemente como las bombillas incandescentes antiguas, sino que pueden fallar prematuramente por varias razones, muchas de las cuales son evitables".
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Clasificaciones de vida útil de los LED
Según apunta Lacoma, los datos de durabilidad que suelen venir en las especificaciones tienen varios asteriscos. Aunque es cierto que duran más que las tradicionales, lo que viene indicado en las cajas es solo una estimación basada en pruebas internas, por lo tanto, "si el paquete indica que la bombilla dura siete años, eso significa que las pruebas arrojaron un promedio de siete años y no siempre se sabe qué matemáticas se aplicaron para obtener ese resultado".
Igualmente, recoge las aseveraciones de Thomas Grable, miembro del equipo técnico de productos de LEDvance, que asegura que las incandescentes tienen una vida útil de unas 800 horas de media, siendo mucho menor que la media de la mayoría de las LED. Eso sí, estas últimas pueden presentar algunos problemas que hacen que se estropeen antes y que dependen tanto de factores propios como externos, los cuales hay que tener muy en cuenta para entenderlo.
Sobrecalentamiento de los controladores LED
Lo que aseguran los expertos es que es poco probable que el diodo emisor de luz, es decir, el LED, tenga problemas en situaciones normales, pero sí algunas de sus partes. El Centro de Investigación de Iluminación del Instituto Politécnico Rensselaer explica que los errores suelen venir de algunos componentes de su circuito, normalmente de ciertos puntos soldados que son más delicados y los más propensos a fallar en condiciones adversas.
Una de esas condiciones puede venir dada por un exceso de calor. No necesariamente por el que genera la propia bombilla, que suele ser muy inferior a las incandescentes, sino de la propia temperatura de algunas estancias del hogar o de enchufes en zonas de poca ventilación que pueden provocar que algunos elementos se terminen rompiendo con más facilidad y prontitud de lo que se espera.
Energía eléctrica poco 'limpia'
Si empezamos a ver que se estropean las bombillas LED sin causas aparentemente claras, esto podría deberse a la red eléctrica que tenemos en casa. La energía limpia es constante, por lo que hay pocos picos altos y bajos de amperios, de producirse este fenómeno, se pueden dar sobrecalentamientos que van desgastando los componentes y terminando por producirse un desgaste más acusado en menos tiempo.
Enchufes e instalaciones deficientes
La fluidez en la transferencia de energía es primordial, por lo que una mala instalación o enchufes viejos o con deficiencias pueden alterar el correcto uso de los LED, comprometiendo su estabilidad. En este punto, el autor del escrito alerta también de la correcta posición de la bombilla, pues no enroscarla bien, ya sea por estar demasiado floja o muy apretada, puede ser motivo de problemas que reduzcan su vida útil.
Enchufe y pared en mal estado / Ernesto r. Ageitos
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Exceso de humedad
Electricidad y humedad no son buenos compañeros, así que si las bombillas están en entornos con exceso de esta, la combinación con el calor puede ser fatal. Para gozar de más tiempo de tus LED, lo más indicado es que consigas un mejor aire interior utilizando remedios caseros como pueden ser la colocación de plantas o, por el contrario, aparatos destinados para este fin que podemos encontrar en el mercado, como los deshumidificadores.
Reguladores de intensidad antiguos
Los interruptores de atenuación controlan el ciclo eléctrico para regular el brillo de la luz, pudiendo controlar a nuestro antojo si la queremos más o menos intensa. La mayoría de las bombillas LED son compatibles con este sistema, pero esto no significa que sean del todo buenos para ellas. Lacoma se hace eco de la información de LED Torchlight, que apunta que "los reguladores antiguos están diseñados para funcionar con bombillas incandescentes de alto voltaje".
Lo que explican es que a veces estas instalaciones "no saben qué hacer con los LED de bajo voltaje, lo que provoca problemas de quemado", por lo que una buena opción si quieres una regulación para atenuar más o menos la luz es utilizad bombillas LED inteligentes que lo hacen automáticamente o incluso mediante algún tipo de aplicación.
Problemas de control de calidad
El último motivo que se describe en el artículo apunta directamente a los fabricantes, pues algunos solo se centran en la calidad el diodo, ahorrando costes en el resto de componentes y comprometiendo así el buen funcionamiento y la durabilidad de la bombilla. De esta forma, se recomienda elegir marcas conocidas y fiables aunque esto suponga desembolsar un poco más de dinero de primeras, pero a la larga sale más rentable.
"Hay que comprar lámparas LED de calidad, lo barato no siempre es lo mejor"
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