Los 8 rasgos que definen a las personas que siempre dejan su casa limpia y ordenada

Las tareas del hogar pueden llegar a ser tediosas, de hecho, así lo suele considerar la mayoría de la gente, o al menos algunas que las sufren bastante diariamente. De hecho, planchar o lavar los platos son dos de las que más suelen generar desasosiego y que se van postergando hasta que no se tiene más remedio que hacerlas, siendo tan poco queridas que se opta por comprar electrodomésticos para facilitarlas y quitarse un poco de ese malestar que produce nada más que pensarlas.

Sin embargo, aunque mantener la casa limpia y ordenada es un trabajo que no a todos les gusta, la realidad es que esto puede ocasionar beneficios que van mucho más allá de la higiene y de tener tu entorno de manera correcta, sino que psicológicamente también ayuda. Así lo manifestó la psicóloga Isabel Pérez López hace un tiempo con José Luis Sastre en 'Hoy por Hoy' de Cadena SER, porque ya no es el hecho, sino que "los hábitos y las rutinas nos dan estabilidad y equilibrio".

Pérez López explicó que el orden puede influir en nuestro estado de ánimo, porque "cuando tienes el espacio ordenado sientes que tienes el control", lo que se trasmite a nuestra mente es que "cuanto más ordenado, mejor puedes controlarlo". Realizar tareas "hace que nos concentremos, que estemos más pendientes" y la satisfacción de conseguir el objetivo final es sinónimo de un "aumento de la autoestima" evidente. Pero la realidad es que hay personas que tienen más constancia en la limpieza del hogar, habiéndose detectado ocho características únicas en el comportamiento de las que viven en un entorno más limpio y organizado, según la web Enikos.

Una charla con 'La Ordenatriz'

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Atención plena en las actividades diarias

Mientras que la mayoría de personas se ven atropelladas por las exigencias y necesidades diarias y van dejando de lado las actividades domésticas, haciéndolas conforme se van acordando, las que "mantienen sus hogares limpios y ordenados dominan el arte de la atención plena". Para ellas, "limpiar no es una tarea, sino un ritual, una forma de conectarse con el presente. Entonces se calman y hacen las cosas a su propio ritmo", comentan en el medio griego.

Lograr la coherencia, no la perfección

No suele ser gente obsesionada con la limpieza, su máxima no es que la casa sea perfecta, porque esto puede hacer que un solo contratiempo pueda arruinarles el día, sino que son consistentes y coherentes con las posibilidades que manejan. "En lugar de necesitar una casa perfecta, concéntrese en la consistencia: es un objetivo más realista. Verás que los resultados serán mejores", recomiendan, porque "más importante que la perfección es la consistencia".

Son vanguardistas en su planificación

Aunque parezca demasiado pretencioso para algunos, la limpieza y la organización de una casa requiere tener "pensamiento estratégico y previsión", cosa que este tipo de personas tienen, haciendo una revisión para adecuar su agenda y que las tareas no les superen. "Las personas que tienen una casa limpia y organizada hacen listas, organizan sus tareas con antelación y las completan paso a paso. No esperan hacer todo el trabajo en un solo día. Esto hace toda la diferencia".

Aprecian el valor del minimalismo

"Las personas que mantienen sus hogares ordenados y limpios han adoptado la filosofía minimalista", lo que se considera un "enfoque eficaz", ya que a más espacio más facilidad para la limpieza. Se quedan solamente con las cosas que sirven realmente para algo, "crean un ambiente ordenado y tranquilo que las inspira", fomentando también aquello de la armonía no solo del hogar, sino interior de ellas mismas.

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Encuentran alegría en el proceso

Aunque pueden parecer un poco tediosas y para nada sinónimo de diversión, lo ideal es intentar disfrutar con las tareas domésticas. Las personas a las que se refieren en Enikos "ven la limpieza como una oportunidad para crear un espacio que refleje su paz interior y orden. Encuentran alegría en el proceso en sí, no sólo en el resultado de la limpieza", lo cual les da un plus para hacerlo. No es solo una obligación per se, sino un momento que disfrutar.

Encuentran belleza en las imperfecciones

Quizá es el rasgo más sorprendente de los apuntados por el hecho de que hablamos de organización y limpieza, pero "las personas que tienen una casa limpia y ordenada no temen al desorden", todo lo contrario, lo han aceptado y lo toleran. Dan por sentado que habrá algo de desorganización, adelantándose a los contratiempos, lo que "crea un equilibrio entre el caos y el orden y hace que su hogar sea muy acogedor".

Están agradecidos

Consideran su casa "un remanso de seguridad y comodidad", siendo agradecidos por lo que tienen y no se centran en lo que les falta, lo que es también una buena actitud para cualquier otro aspecto de la vida. "La gratitud por lo que tienen les hace querer cuidar su hogar", lo que les quita la losa de la obligatoriedad. "Se crea un ciclo positivo, donde el autocuidado se convierte en una fuente de alegría y no en una sensación de obligación", comentan en el medio griego.

Hacen de su bienestar una prioridad

El aspecto de la salud mental y el bienestar está muy arraigado a este tipo de personas, a lo cual beneficia mucho el orden. "Una casa desordenada conduce a una mente desordenada", manifiestan en el artículo, mientras que "un ambiente limpio y organizado promueve la claridad y la calma". "Estas personas consideran la limpieza como un autocuidado, una forma de crear un entorno que cuide su salud mental".