Un médico de EEUU confiesa que lleva 8 años sin bañarse para demostrar su teoría sobre los productos de higiene
Quiso hacer un experimento relacionado con la salud que ha plasmado en un libro

Imagen de archivo sobre una ducha con jabón / Fiordaliso

A pesar de los mitos que circulan por muchos lugares, un estudio realizado por Demoscopia en 2022 puso en relieve que España es el país más higiénico de Europa al demostrar que sus ciudadanos pasan una media anual de 48 horas en la ducha, una estadística que engordan sobremanera los jóvenes, pues los datos arrojaron que el 50% de ellos lo hace más de una vez al día. En promedio, los españoles tardamos unos 12 minutos en bañarnos.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) estipula que el tiempo ideal para esta acción es en torno a cinco minutos, que son más que suficientes para conseguir un equilibrio entre la higiene personal y un uso sostenible de agua y energía. En este sentido, la doctora en medicina y dermatóloga Paloma Borregón dijo hace un tiempo en 'A vivir que son dos días' de Cadena SER que, aunque no hay ninguna regla específica, "es importante hacer las cosas bien" incluso apuntando que "cuanto más nos duchamos, más se irrita la piel".
Borregón señaló que nos podemos duchar cuanto queramos, "pero debes reponer eso que te has dejado", haciendo hincapié en que después es necesaria una correcta hidratación. Y es que, aunque pueda parecer extraño, hay mucho debate en cuanto al baño, llegando a encontrar voces que incluso reniegan de la forma habitual en el que lo realizamos. Es el caso de James Hamblin, médico especialista en medicina preventiva y profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale (Estados Unidos), que adoptó una rutina sorprendente.
Un cambio hace casi una década
El doctor estadounidense dejó de bañarse hace ocho años, o al menos como tenemos instaurado en el ideario general en la actualidad. Esto quiere decir que en vez de con agua y jabón, tan solo usa agua, en una decisión que tenía como objetivo demostrar que realmente los productos de limpieza personal, si se abusa de ellos, son perjudiciales para el microbioma de la piel. Todas las conclusiones de este experimento las documentó en un libro titulado 'Clean: The New Science of Skin'.
"No me pasé años sin ducharme, aunque la gente quiera oír eso", comentó en una entrevista para CNN el pasado mes de enero, explicando que llevó a cabo un proyecto de prueba y error en el que redujo al máximo el uso de productos de higiene personal, ya que manifiesta que verdaderamente la mayoría de ellos están destinados "simplemente para oler bien". En Ifemerida recogen que Hamblin defiende que "nos lavamos por costumbre, porque las normas sociales lo dictan, no porque lo necesitemos desde una perspectiva médica".
En su propia experiencia, reconoce que su cuerpo tuvo que pasar por un periodo de adaptación los primeros meses del cambio de rutina, percibiendo en este tiempo cómo su cuerpo emitía un olor algo más intenso, pero transcurrido dicho periodo, este aroma desapareció. En su opinión, el abuso de agentes de limpieza destruye las bacterias protectoras y debilitan las defensas naturales de la piel, así que defiende que "no se trata de evitar la higiene, sino de repensarla". Porque para él hay una diferencia entre ese concepto y el cuidado personal.
Como recoge National Geographic, el doctor explica que la higiene consiste en acciones como el lavado manos tras visitar el baño para no propagar ningún fluido corporal, no estornudar en la mano y darla a alguien después, etcétera. Mientras que la limpieza y el cuidado personal se trata de algo más amplio que tiene un componente psicológico como la necesidad de sentirse fresco o relajado, pero que cosas como enjabonarse diariamente es algo que atiende más a razones cosméticas y no de salud.




