Da la respuesta equivocada a los 'obreros' y días después se topa con la sorpresa de más de 10.000 euros en la entrada de casa
Este hecho ha ocurrido en una tranquila localidad de Dinamarca

Obreros. / JAVIER BELVER (EFE)

En Helsinge, una tranquila localidad en el norte de Selandia, Dinamarca, una familia se encontró con una desagradable sorpresa al regresar a su hogar. Sin previo aviso, unos supuestos trabajadores habían excavado la entrada de su casa y exigían una suma exorbitante de 120,000 coronas danesas (aproximadamente 1600 euros) para completar el trabajo.
Riza Taganahan llegó a su casa y se encontró con que la entrada había sido excavada y las baldosas removidas. Inicialmente, pensó que los trabajadores habían cometido un error y realizado el trabajo en la dirección equivocada. Sin embargo, al hablar con los hombres, se dio cuenta de que ellos afirmaban estar en la dirección correcta y exigían 120,000 coronas danesas para finalizar el trabajo.
Los estafadores alegaron que habían llegado a un acuerdo verbal con el esposo de Riza, quien supuestamente había aceptado el trabajo. Sin embargo, el esposo de Riza negó haber hecho tal acuerdo. Según él, tres días antes, un hombre con acento irlandés había tocado la puerta y ofrecido realizar trabajos en la entrada. Aunque el esposo de Riza mencionó que podría considerar la oferta en el futuro, no se llegó a ningún acuerdo formal.
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Este tipo de fraude no es nuevo en la región. Durante los últimos 20 años, grupos de estafadores que se hacen pasar por trabajadores irlandeses han engañado a propietarios de viviendas en Nordsjælland. La estrategia consiste en ofrecer servicios de construcción, como la instalación de una entrada o una cochera, y luego regresar cuando los propietarios no están en casa para comenzar el trabajo sin autorización.
Una vez que la entrada está excavada y es inutilizable, los estafadores exigen grandes sumas de dinero para completar el trabajo. Si los propietarios se niegan a pagar, los estafadores pueden volverse agresivos y amenazantes. Este modus operandi ha dejado a muchas familias en situaciones difíciles, enfrentando costos inesperados y la necesidad de reparar el daño causado.




