Así es la vida del paciente con el chip de Elon Musk en el cerebro un año después: "Debería ser imposible, pero está pasando"
El revolucionario implante cerebral de la empresa del magnate prometió cambiar la vida de muchas personas

Neuralink / NurPhoto

En enero de 2024, Elon Musk anunciaba que su compañía Neuralink había implantado el primer chip cerebral en un humano, asegurando en ese momento que "los resultados iniciales muestran una prometedora detección de picos neuronales". Esta noticia llegaba tan solo nueve meses después de que la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) permitiera a la empresa que empezara a hacer estudios en personas con esta tecnología que tiene el objetivo de "leer" la actividad cerebral para poder transmitir órdenes para restaurar ciertas funciones dañadas tras haber sufrido problemas irreversibles.
A pesar de las dudas de los expertos, el propio Musk compartió poco después un vídeo de ese primer receptor, Noland Arbaugh, un joven que quedó tetrapléjico después un accidente de buceo en 2016. Este, a pesar de reconocer que el chip "no es perfecto", manifestó que desde el primer momento notó ciertas mejoras en su vida, asegurando que, después de la intervención, pronto pudo jugar al ajedrez y a algún videojuego, así como aprender japonés y francés controlando el cursor de un ordenador mediante su cerebro. Esto abrió el camino para más intervenciones.
Unos meses después de Noland, Neuralink informaba en su blog corporativo que habían instalado un segundo implante cerebral en un paciente llamado Álex. Este había sufrido una lesión en la médula espinal que le impedía moverse, y según confirmaron había podido recuperar algunas capacidades, siendo capaz desde el principio de utilizar un software de diseño asistido por ordenador (CAD) para elaborar formas en 3D con la mente. Una vez pasado algo de más tiempo, BBC ha recogido más testimonios.

EP
"Parece muy de ciencia ficción"
El medio británico plasmaba el balance que hacía Arbaugh tras llevar más de un año con el implante. Plasman que cuando despertó de la operación ya pudo usar un cursor en una pantalla pensando en mover los dedos, algo que el propio Noland casi no podía creer, porque confiesa que "sinceramente no sabía qué esperar" porque "parece muy de ciencia ficción", pero descubrió cómo sí que podía controlar completamente su computadora tan solo con sus pensamientos. Eso sí, no todo ha sido un camino de rosas desde entonces.
Más información
En este periodo ocurrió un problema en el dispositivo que hizo que no pudiera usar su ordenador, el chip se desconectó parcialmente de su cerebro. "Fue realmente desconcertante, por decir lo menos. No sabía si podría volver a utilizar Neuralink", comentaba el paciente, pero los ingenieros consiguieron reparar y ajustar el software, además de mejorarlo, lo que ha hecho que recupere todas sus esperanzas y haya podido hacer cosas que hace unos años pensaba que no podría volver a experimentar, por lo que está completamente encantado.
Explicó que creció jugando a videojuegos, pero después de su accidente se resignó a que jamás disfrutaría de ellos más, pero ahora consigue volver a jugar y con buenos resultados. "Ahora les gano a mis amigos en los juegos, algo que realmente no debería ser posible, pero está pasando", asegura esta persona que está entusiasmada y desea que la tecnología siga evolucionando para ayudar a las personas que tienen problemas como el suyo. Sin embargo, hay voces discordantes sobre este asunto por un tema tan serio como la privacidad.
Anil Seth, profesor de Neurociencia de la Universidad de Sussex, le dijo a BBC que "uno de los principales problemas es la privacidad", ya que si de por sí estamos expuestos con todos los dispositivos que manejamos, "si exportamos nuestra actividad cerebral [...] entonces estamos permitiendo el acceso no solo a lo que hacemos, sino potencialmente a lo que pensamos, lo que creemos y lo que sentimos", lo que considera algo muy peligroso. "Una vez que tienes acceso a lo que hay dentro de tu cabeza, realmente no hay ninguna otra barrera para la privacidad personal", aseveró el profesor sobre este delicado asunto.




