Muchos lo confunden con una mala hierba pero hace maravillas al hígado y sabe mejor con pasta
Hay un ingrediente que va muy bien con el pesto

Pesto de diente de león / Halyna Romaniv

Cuando hablamos de dientes de león se nos viene a la cabeza directamente esa planta herbácea perenne que pertenece a la familia de las asteráceas, bueno, quizá esa nomenclatura no sea la que se nos viene al pensamiento, sino sus frutos globosos tan característicos que cuando soplamos o corre el viento se dispersan por todos lados. Estas, además, son consideradas como malas hierbas por aquellos que tienen jardines.
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Esa mala fama es debida a su rápido crecimiento y propagación, llegando a ocupar grandes espacios rápidamente y desplazando a otras plantas, por lo que muchas personas buscan la manera de eliminarlas de sus entornos verdes y no encontrar todo perdido de pequeñas restos en forma de algodón blanco. Y es que realmente este tipo se conoce también por algodoncillo, que es la típica 'mala hierba', pero hay un diente de león que no solo no es malo, sino que puede usarse en la cocina.
Carolina Slodkiewicz habla en el medio Teraz Gotuje sobre esto, explicando que "el diente de león también se conoce como diente de león común. La podemos encontrar en prados, césped de jardines y en diversos matorrales", asegurando que "pocas personas se dan cuenta de que en realidad lo confunden con el algodoncillo y que no es una mala hierba en absoluto". Mientras que este último es una maleza común y corriente que no es comestible, la primera es una planta muy valorada en la medicina natural "desde hace siglos".

Carmen Galán , La catedrática de Botánica de la UCO en Radio Córdoba
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Es por eso que la autora asegura que ella la utiliza como ingrediente para elaborar el pesto, dejando de lado la tradicional albahaca con la que se hace. Esto puede parecer extraño, pero es solo porque seguimos pensando en esa florecilla amarillenta que luego suelta sus frutos esponjosos. Como afirma Slodkiewicz, no son lo mismo aunque puedan parecerlo, por lo que hay que tener en cuenta varios aspectos en los que se diferencian:
- Tallo: el algodoncillo tiene uno solo, del que se ramifican brotes laterales, mientras que el diente de león tiene una roseta que emerge del suelo, sin brotes laterales
- Flores: mientras que el algodoncillo tiene al menos tres flores en un tallo, el diente de león cuenta con solo una flor en cada uno
- Hojas: son ligeramente redondeadas en el algodoncillo y con dientes afilados en el diente de león
- Floración: una vez que ocurre, el algodoncillo se vuelve un brote cerrado
Propiedades del diente de león común
Comentan en Teraz Gotuje que las investigaciones sobre esta planta han marcado su contenido rico en vitaminas A, B, C y D, así como de minerales como el hierro, el potasio y el zinc, siendo también una gran portadora de riboflavina y flavonoides. Sus beneficios para el cuerpo humano son muchos, con propiedades diuréticas que ayudan en el tratamiento de enfermedades renales e inflamaciones de todo el sistema urinario. Además, tiene un efecto depurativo y desintoxicante y acelera la excreción de toxinas en la orina.
A sus propiedades antioxidantes también se le unen las antiinflamatorias y antivirales, lo que tiene un impacto grande en la inmunidad del cuerpo humano. Su consumo es estimulante de la producción de bilis y los ácidos del estómago, por lo que mejora la digestión, pero en cuanto a la medicina natural, desde hace años se ha utilizado para tratar el hígado. Slodkiewicz escribe que "el diente de león tendrá un efecto protector y evitará la inflamación del órgano. Se recomienda incluso durante la convalecencia y regulará su funcionamiento".




