Una madre pregunta a la IA por la compra de la familia y acaba dando con la clave para reducir la factura del super

Teniendo en cuenta la reciente inflación alimentaria y los desafíos económicos a los que se enfrentan algunas personas, una familia australiana ha encontrado una solución innovadora para reducir drásticamente su gasto en el supermercado: la inteligencia artificial. Brooke Ferrier, madre de dos hijos pequeños, ha logrado recortar su factura semanal de comida de más de 240–300 euros a tan solo 84 euros, utilizando herramientas de IA para planificar sus comidas de forma eficiente y económica.

La decisión de Ferrier de recurrir a la tecnología no fue casual. Tanto ella como su esposo perdieron sus empleos, lo que los obligó a replantearse sus hábitos de consumo. “Había mucho ocurriendo en mi vida personal y no tenía la capacidad mental para pensar en qué cocinar cada día”, explicó Ferrier. “Pensé en probar con la IA para ver si podía ayudarme a crear un plan de comidas ajustado a nuestro presupuesto”.

Utilizando ChatGPT, Ferrier solicitó un plan de comidas económico para dos adultos y dos niños pequeños. Ajustó los resultados con instrucciones específicas, como incluir vegetales ocultos, opciones bajas en carbohidratos y evitar ingredientes como las lentejas, que no son del agrado de su familia.

El resultado fue un plan semanal que incluía desayunos, cenas y refrigerios, todo por un total de 84 euros. Además, la IA generó una lista de compras categorizada con cantidades exactas, lo que permitió a la familia comprar solo lo necesario y evitar el desperdicio de alimentos.

“Antes compraba una variedad de carnes, muchas frutas y verduras, y llenaba la despensa sin pensar demasiado. Gastábamos entre 240 y 300 euros cada cuatro o cinco días”, relató Ferrier. “Ahora solo compro lo que realmente vamos a usar. Estoy ahorrando muchísimo dinero”.

El plan de comidas incluye platos como espaguetis boloñesa con vegetales ocultos, salteado de pollo con verduras, albóndigas de carne y vegetales, y refrigerios caseros como panqueques y rollitos de salchicha. Ferrier también ha aprendido a reutilizar las sobras para otros momentos del día, como almuerzos o meriendas.

“Solía comprar snacks procesados por comodidad, pero ahora cocino más y siempre hay sobras que podemos aprovechar”, comentó. “Es un enfoque mucho más consciente y saludable”.