El hombre se le acerca con amabilidad y pregunta sobre su asiento en el avión pero ella ve el engaño de lejos

Una de las situaciones habituales cuando cogemos un avión es que alguien nos pida cambiar el asiento, normalmente para poder sentarse con algún familiar. Los auxiliares de vuelo son bastante claros al respecto de estas peticiones, recomendando a los pasajeros que siempre digan que no, porque pueden ocurrir situaciones que nos perjudiquen que van mucho más allá de tener un lugar peor o con menos comodidades. Sobre eso habló una trabajadora con base en Connecticut.

Leanna Coy, asistente de vuelo, decía en un vídeo explicativo que "si esa persona decidiera fumar en el baño o hacer algo indebido, la responsabilidad podría recaer sobre mí, porque mi nombre estaba vinculado a ese asiento", por lo que siempre habría que responder con una negativa al cambio, de manera general, aunque hay algunas situaciones en las que sí es conveniente hacerlo, por ejemplo, cuando un niño se queda alejado de sus padres.

Jamie Fraser, del campamento de verano estadounidense Wild Packs, en otra publicación, comentaba que simplemente tenemos que decirle al pasajero que preferimos conservar el asiento. Pero hay veces que son bastante persistentes e incluso algo incisivos para ponernos nerviosos, en esas situaciones habría que repetir con calma la negativa sin dar más explicaciones, y si continúa sin aceptar un no por respuesta, hay que mantenerse firme pero educado y hasta incluso llamar a los trabajadores del avión.

Una historia concreta

Con todo este contexto, nos encontramos con una historia recogida por Fox News que se hace eco de lo que una mujer escribió en Reddit sobre un encontronazo que tuvo en un viaje. Al parecer, ella y su marido estaban en un "vuelo de larga distancia", por lo que contrataron la opción Comfort-Plus con una "configuración 2-3-2", explicando que "a cada uno de nosotros nos dieron un asiento en el pasillo con alguien sentado entre nosotros, así que mi esposo decidió ofrecerse a intercambiar su asiento en el pasillo con el tipo que estaba en el medio".

Parecía todo normal, pero ahí vino lo que le pareció extraño. "El compañero del medio estaba conforme con el intercambio, pero luego quería que yo me cambiara con su esposa para que no se separaran", a lo que se negó, puesto que entonces ella habría quedado en un asiento de menor calidad, precisamente algo que habían pagado. "El tipo volvió a clase económica y encontró a alguien que se cambiara con él para poder estar con su esposa. Supongo que se cambió a clase C+ media con la esperanza de tener una buena racha", escribía la autora del post.

Además, reveló como anécdota que con este baile "una encantadora mujer de Alemania consiguió un ascenso de categoría gratuito y estuvo sentada felizmente en el asiento del pasillo". "He leído sobre varias situaciones de intercambio de asientos, pero nunca imaginé que me tocaría vivirlas yo misma", explicaba esta mujer que se mantuvo firme en su decisión ante lo que creía que era una treta para conseguir un mejor sitio, haciendo caso sin saberlo a lo que recomiendan los expertos en vuelos.