Un estudio sobre el placer descubre cuánto tiempo debes estar de vacaciones para recargar totalmente las pilas
Los expertos hablan de si la cantidad se traduce realmente en calidad

Concepto sobre tiempo de vacaciones / Peter Dazeley

Estamos en la época del año en la que las personas cogen unos días de descanso para irse de vacaciones con el objetivo de recargar pilas y desconectar del trabajo, sin embargo, estas deben de ser llevadas conscientemente y de buena manera, de lo contrario no se conseguirá ese objetivo e incluso pueden llegar a ser contraproducentes. En Ouest France recogieron las declaraciones de varios expertos en este sentido y de algunas investigaciones que han abordado el tema para saber cuánto y cómo debemos marcharnos de la rutina.
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Mencionan un estudio realizado en 2012 por científicos de la Universidad de Nimega (Países Bajos), que fue publicado en la revista Journal of Happiness Studies, donde llegaron a la conclusión de que el máximo placer y bienestar individual durante las vacaciones se produce, normalmente, a partir del octavo día. Después de ahí, la felicidad va reduciéndose gradualmente y a partir del undécimo podemos empezar a experimentar sensaciones de cansancio e incluso aburrimiento. Siempre hay excepciones, ya que apuntan que intervienen también factores como los recursos económicos o el tipo de actividades en el tiempo libre.
Si bien, puntualizan que esto es un resultado promedio, porque más que la cantidad, lo que debemos buscar es la calidad de las vacaciones, como indica Bénédicte Pichard, psicóloga laboral residente en Rennes (Ille-et-Vilaine). "El tiempo ideal es, sobre todo, aquel que te permite desconectar de verdad del trabajo", pues comenta que lo primordial es poder "experimentar y vivir algo diferente para descansar la mente", siendo totalmente necesario "saber desconectar para recargar energías". De esta forma, la recuperación prima sobre la duración.
"Las actividades mentales juegan un papel fundamental. Pasar las vacaciones con el móvil, viendo redes sociales o Netflix son actividades psicológicamente costosas. Es bueno hacer actividades que, en última instancia, te permitan descansar y desconectar", comenta la psicóloga, enfatizando en que es la forma en que pasamos nuestras vacaciones la que marcará ese punto clave de separar el tiempo de asueto con el laboral, con el objetivo de reducir la fatiga acumulada durante los meses anteriores de arduo trabajo.
¿Vacaciones cortas o largas?
En este punto, surge la duda de si es mejor aguantar y disfrutar los días de vacaciones todos juntos o espaciarlos para tener varios momentos al año, aunque sean más cortos. Explican que aunque las vacaciones son liberadoras de estrés y carga física y psicológica, lo que nos hace pensar que cuanto más tiempo sin hacer nada, mejor, acumular semanas enteras de vacaciones puede ser contraproducente. Así, son bastantes los expertos que muestran que lo ideal es espaciarlas a lo largo del año, siendo la manera más efectiva de recuperar el antes mencionado punto de bienestar del octavo día.
Bénédicte Pichard comenta, sobre la cuestión de dividir o no, que es una decisión puramente personal, "hay gente que aguanta hasta que por fin tiene vacaciones. Pero lo cierto es que quizás no sea tan relajante. Dividir las vacaciones evita acumular fatiga a lo largo del año. Una fatiga que sería demasiado grande para superarla una vez que lleguen las vacaciones". Igualmente, señala que depende de cada persona, el entorno laboral y cómo te sientas con tu trabajo, así como influyen aspectos de tu vida personal, pero, por lo general, lo mejor es no tomarlas a la vez.
Al final, lo que han marcado las investigaciones es que lo importante no son la cantidad de días libres, ya que nuestro cerebro tiende a volver inmediatamente a su rutina cuando regresas a los quehaceres rutinarios, por lo que lo ideal es que sean eficaces, además de prepararnos gradualmente para la vuelta. "Una vez que se reanuda el trabajo, es necesario un período de adaptación más o menos largo, según el puesto, para recuperar los reflejos y la orientación", explica Pichard, por lo que ya vemos que, una vez más, más no es mejor. Y tirando del refranero popular, 'lo bueno, si breve, dos veces bueno'.




