El patio secreto de París de 300 años que fue hogar de los grandes intelectuales de nuestro tiempo
Un lugar emblemático y lleno de historia parisina

Cour du Commerce Saint-André en París (Francia) / Alla Tsyganova

El pasado año, José Carlos Arnal Losilla publicaba en Cadena SER un artículo de opinión con motivo de la finalización de los últimos Juegos Olímpicos celebrados en la capital de Francia, donde analizaba lo ocurrido y cómo se habían organizado, dejando una frase que rescata de Enrique Vila-Matas, quien decía hace tiempo que "París jamás ha salido de viaje y además no se acaba nunca". La magia de este emblemático lugar siempre está en liza y los expertos nos animan a perdernos por sus calles.
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Porque además de los más famosos, París está lleno de lugares inusuales por descubrir, como afirman en el medio Paris Secret, donde hablan de uno muy especial. En su artículo sugieren "retroceder en el tiempo visitando la Cour du Commerce Saint-André". Se trata de un pequeño pasaje que promete hacer las delicias de los amantes de la historia, porque está cargado de ella. Conecta la Rue Saint-André-des-Arts con el Boulevard Saint-Germain y los parisinos se han reunido allí para tomar un café en Le Procope, pasear y pasar el rato desde el siglo XVIII.
Dicen que contiene un patio secreto ubicado en el distrito 6 de París, el cual fue una antigua cancha de tenis que presenta adoquines de más de 300 años de antigüedad. Pero eso no es todo, sino que afirman en el citado medio que fue el lugar predilecto de grandes intelectuales de nuestro tiempo como Voltaire, Diderot y Rousseau, quienes frecuentaban Le Procope, que es el café más antiguo de París y sigue activo en la actualidad. Además, allí se encuentra enmarcado el sombrero de Napoleón.
Claros y oscuros
En Paris Secret aseguran que varios políticos también visitaban asiduamente ese patio, tanto que Georges-Jacques Danton, figura destacada durante la Revolución francesa, vivía en el número 20 de esa calle, aunque su apartamento desapareció y ya no se puede visitar. Lo que sí se sigue manteniendo son diferentes establecimientos de corte antigua parisina que hace las delicias tanto de los habitantes de la capital como de los visitantes externos.
Hay boutiques independientes, librerías y cafés, recomendando desde el medio "un escapada gastronómica" en el Relais Odéon, "un precioso café de estilo Art Nouveau". Pero también hay una sombra que persigue tanto a Francia como a ese patio, y es que allí mismo fue donde se habría inventado y probado la guillotina. "Una parte oscura de nuestra historia marcada para siempre aquí por una placa situada al final del pasillo", escriben en un artículo cargado de sentimiento por el lugar.




