Esto es lo que significa despertarse varias veces en mitad de la noche según la psicología
Una situación que se ha vuelto de lo más común
Insomnio / PhotoAlto/Frederic Cirou
Es por todos sabido que dormir bien es primordial para tener una buena salud, más aún si tenemos una rutina intensa que nos desgasta física y mentalmente. El problema es que cada vez más personas tienen problemas para conciliar el sueño y el insomnio se ha instaurado en el día a día de demasiada gente, teniendo consecuencias a todos los niveles y, cuando se alarga en el tiempo, condiciona todos los aspectos de nuestra vida. Va mucho más allá de sentirse cansado.
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El descanso interrumpido por frecuentes despertares nocturnos es conocido como sueño fragmentado y puede tener múltiples causas y generar importantes consecuencias físicas y mentales para quienes lo experimentan. Para comprender mejor las características de esto, en el medio Casa Vogue hablaron con Renatha El Rafihi-Ferreira, profesora del Departamento de Psicología Clínica del Instituto de Psicología de la Universidad de São Paulo (USP), quien comentó que no todos los despertares nocturnos son motivo de preocupación, pero hay que estar alerta.
Explicaba que levantarse para ir al baño o abrir los ojos rápidamente después de un sueño y volver a dormirse es natural, ya que estos "despertares nocturnos forman parte de nuestra arquitectura del sueño", el problema viene cuando una persona tiene dificultad para conciliar el sueño. Si estas interrupciones duran más de 30 minutos y se repiten al menos tres veces a la semana durante tres meses, estamos ante un cuadro de insomnio crónico. "Este caso se denomina insomnio de mantenimiento", dice la experta, que apunta también que despertarse durante la noche puede estar relacionado con factores físicos.
Renatha da algunos ejemplos, como el de la apnea del sueño, que es un trastorno común caracterizado por interrupciones repetidas de la respiración mientras dormimos, lo que "puede provocar microdespertares debido a problemas respiratorios; la persona se despierta, pero ni siquiera recuerda haberlo hecho". Dice que podemos detectar este problema analizando cómo nos sentimos al levantarnos, porque si una persona "se despierta cansada, con problemas de memoria y de mal humor, podría indicar que no está durmiendo bien", debido a este tipo de afecciones.
Causas, problemas y tratamiento
La profesora manifiesta que "el sueño fragmentado se asocia con deterioro cognitivo y de la memoria, lo que puede afectar directamente el estudio o el trabajo. Además, la falta de sueño puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y psiquiátricas, como la depresión y la ansiedad". Esos despertares frecuentes pueden tener causas fisiológicas y emocionales, por ejemplo, enfatiza en la apnea obstructiva del sueño, que dice que es la más frecuente, y se debe a una obstrucción de las vías respiratorias, con ronquidos, atragantamiento, somnolencia, irritabilidad y despertares nocturnos como síntomas más comunes.
Además, hay un desarrollo del insomnio explicado a través de lo que llaman la 'Teoría de las 3 P', que recoge factores predisponentes, desencadenantes y perpetuantes. Renatha asegura que la primera P apunta a que "una persona puede tener una predisposición genética, con una mayor acumulación de cortisol (la hormona del estrés), lo que provoca insomnio", asegurándose que las mujeres y las personas mayores son más propensas al insomnio. "Situaciones como una pandemia, un divorcio o incluso un ascenso laboral son factores desencadenantes que requieren atención, cambian las rutinas y generan estrés", afirma sobre la segunda P. En la tercera, enfatiza en "los factores perpetuantes", que tienen que ver con "comportamientos y pensamientos que mantienen el insomnio".
Así, El Rafihi Ferreira asegura que la intervención clínicamente más eficaz para el insomnio, clasificada como el "estándar de oro", es la terapia cognitivo-conductual (TCC), aunque algunos casos requieren un enfoque multidisciplinario, con intervenciones farmacológicas, pero lo recomendable es consultar con un psicólogo o un especialista en sueño para un tratamiento específico, para "someterse a una polisomnografía e identificar el mejor plan de tratamiento", refiere la profesora consultada por Casa Vogue.
Pero no todo es atajar el problema una vez aparece, sino que también podemos incorporar algunos hábitos diarios para ayudar a prevenir y combatir el insomnio. La psicóloga dice que el principal acto que debemos hacer es reservar la cama exclusivamente para dormir, porque "lo ideal es acostarse solo cuando se tenga sueño y a la hora de dormir. Así que reserve la cama y, cuando sea posible, el dormitorio para dormir. Trabajar en la cama está descartado".
