Esta es la única palabra en español que puedes decir y pronunciar pero nunca escribir
Ocurre un hecho inusual en nuestro vocabulario

Ilustración con letras / Isabel Pavia

Según los datos del anuario del Instituto Cervantes llamado 'El español en el mundo 2024', publicado en octubre del pasado año coincidiendo con el 25 aniversario de la primera edición, nuestro idioma se mantiene en la segunda posición como lengua materna en todo el mundo, detrás del chino mandarín. Además, se batió un récord, y es que se han superado por primera vez los 600 millones de personas que lo hablan en todo el mundo, con casi 500 millones de hablantes nativos, cifras en claro crecimiento de manera progresiva.
Y es que el español tiene una riqueza muy extensa, con una serie enorme de fenómenos lingüísticos divergentes que manifiestan la gran variedad que ofrece el idioma, más si cabe en su uso hablado, como escribían en National Geographic. En ese artículo señalan una evidente unidad ortográfica y una tendencia en la lengua escrita en traducciones de otros idiomas y en emisiones audiovisuales orientadas a toda la comunidad hispanohablante a favorecer a todos los destinatarios. Y es que, en ocasiones, la forma en la que hablamos no es la que plasmamos en letra.
Esto se ve muy claramente con algunos ejemplos de palabras que solemos decir en un entorno más o menos coloquial o personal, pero que luego desterramos del papel por diferentes motivos. Eso suele ser una cuestión de decisiones propias a la hora de hacer uso de la pluma, sin embargo, también encontramos un caso muy concreto de una que podemos decir en cualquier ámbito que nos encontremos, pero no podemos escribir bajo ningún concepto. Al menos si no queremos transgredir las normas y reglas ortográficas estipuladas para nuestro idioma.

El peso del idioma español dentro de Estados Unidos
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La palabra que puedes decir y no escribir
Tanto la Real Academia Española (RAE) como la Fundación del Español Urgente (Fundéu) determinan que hay una forma que podemos usar sin ningún problema, es decir, que no estamos incurriendo en ningún error, pero que sí que lo haríamos si la escribiéramos. Se trata del imperativo de 'salirle', la forma verbal 'sal' del verbo 'salir' con la combinación del pronombre enclítico 'le'. Esto sí se puede pronunciar en escenarios ejemplificantes como espetar a alguien "sal-le al cruce", pero hay varios motivos por los que no podemos plasmarlo en letra.
Las organizaciones lingüísticas oficiales determinan que al escribir la palabra formaríamos 'salle', que realmente tendría una pronunciación errónea por cómo suena la ll, así que no estaríamos diciéndola bien al leerla. En este sentido, también entra en juego un componente basado en las normas ortográficas estipuladas, y es que estas no permiten los guiones, siendo la única solución aparente para evitar la mencionada ll al escribir la palabra, pero esto no es posible actualmente porque iríamos en contra de las leyes del idioma y sería considerada como una falta ortográfica de facto.




