El líquido que tiramos a diario sin saber que puede obrar milagros en las plantas de nuestro jardín

Cada vez que lavas o hierves arroz, seguramente dejas que el agua blanca y turbia se vaya por el fregadero. Lo que quizás no sepas es que estás tirando un auténtico tesoro para tus plantas. Durante siglos, esa agua ha sido utilizada en rituales de belleza para la piel y el cabello, pero ahora ha regresado con fuerza como un aliado ecológico para el jardín.

El agua de arroz está cargada de nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo, potasio y calcio, que estimulan el crecimiento y la floración. Además, mejora la calidad del suelo, lo vuelve más esponjoso y ayuda a que absorba mejor la humedad y los nutrientes.

También actúa como barrera natural contra ciertas enfermedades, gracias a sus propiedades antimicrobianas, y contribuye a equilibrar el pH de la tierra, lo que facilita que las plantas aprovechen mejor todo lo que necesitan para crecer fuertes.

Más allá de sus beneficios, reutilizar el agua de arroz es un gesto sencillo de consumo responsable. En tiempos en los que el desperdicio de agua se ha convertido en un problema ambiental urgente, aprovechar cada gota suma. Y si, de paso, tus macetas y tu huerto lucen más verdes y saludables, el truco vale doble.