Selecciona tu emisora

Ir a la emisora
PerfilDesconecta
Buscar noticias o podcast

Analizan una cabeza momificada de más de 100 años en el museo y resulta ser algo completamente inesperado

Se pensaba que tenía una procedencia que ahora se pone en tela de juicio

Imagen de archivo de un cráneo / vasiliki

Imagen de archivo de un cráneo

A principios de la década de 1870, el aventurero y coleccionista Louis Kuffré encontraba en una ruina al pie del monte Illimani, en Bolivia, un enigmático cráneo humano con unas extrañas dimensiones y formas. Poco después, en 1876, su descubridor decidió enviarlo a Suiza, su país natal, donde fue trasladado al Museo de Arqueología e Historia Cantonal de la ciudad de Lausana, donde aún se encuentra desde entonces, aunque no está en exposición ahora mismo.

Más información

Esto es debido a que su origen ha generado algo de controversia. En un primer momento, Kuffré había escrito en la etiqueta que envió junto al cráneo que este pertenecía a un jefe inca de Bolivia, pero ahora no se tiene claro. Como recogen en Illustreret Videnskab, un equipo de investigación dirigido por Claire Brizon, museóloga e historiadora del arte del Museo de Lausana, examinó minuciosamente la pieza y creen que podría proceder de una cultura tribal completamente diferente.

Ese análisis ha arrojado que más bien habría pertenecido a un hombre que murió hace al menos 350 años, al cual le habrían deformado el cráneo artificialmente cuando era niño, de ahí su extraña forma. Esta práctica estaba muy extendida entre el pueblo aymara de los Andes, donde a los bebés se les envolvían fuertemente las cabezas para cambiar su forma, de ahí que hayan determinado que la procedencia que se creía en un primer momento no era correcta.

En cuanto a esa práctica de modificación craneal, en el medio danés antes mencionado afirman que fue prohibida por el virrey español Francisco de Toledo en algún momento entre 1572 y 1575, de ahí que los investigadores han rastreado su antigüedad hasta al menos 350 años. Algo refrendado también por las descripciones de la nota de su descubrimiento, que indicaba que fue en una chullpa, una tumba de torre de piedra que también era utilizada por el pueblo aymara, algo que lo acerca más a esta cultura y no a los incas.

Un detalle curioso

Entre las curiosidades de la pieza se encuentra un agujero incompleto en el cráneo, que explican que podría ser un intento de trepanación, una técnica donde se corta o perfora el cráneo, aunque no hay evidencia de que se hiciera como tratamiento para una lesión, sino que más bien pudo haber tenido un significado ritual o social. Además, también pudieron ver que el hombre tenía mala higiene bucal y sufría absceso dental.

Los investigadores creen que esto es debido a que I Y-001, como bautizaron la cabeza en cuestión, masticaba hojas de coca, que está demostrado que puede provocar abscesos dentales. Entretanto, se indica que han evitado análisis destructivos como pruebas de ADN o isotópicas, ya que quieren respetar la integridad del individuo, aunque sí esperan que se puedan hacer próximamente a las tribus indígenas de Bolivia para seguir indagando sobre la procedencia de este misterioso hombre.

 

Directo

  • Cadena SER

  •  
Últimos programas

Estas escuchando

Hora 14
Crónica 24/7

1x24: Ser o no Ser

23/08/2024 - 01:38:13

Ir al podcast

Noticias en 3′

  •  
Noticias en 3′
Últimos programas

Otros episodios

Cualquier tiempo pasado fue anterior

Tu audio se ha acabado.
Te redirigiremos al directo.

5 "

Compartir