Regar no es suficiente: lo que necesitan las plantas de interior sí o sí en otoño

En otoño e invierno tenemos que prestar especial atención a nuestras plantas porque las condiciones meteorológicas de estas épocas tienen condicionantes que no son las mejores para su desarrollo general. En Focus, por ejemplo, hacen hincapié en uno de esos aspectos clave, como es la luz. Esta es esencial para su nutrición y la utilizan para producir energía, es por ello que las plantas de interior sufren bastante con los días más cortos y oscuros en los que nos hemos adentrado ahora, teniendo que realizar ciertas acciones para que prosperen de manera correcta.

Nos dicen que la solución más sencilla es proporcionarles más luz a las plantas colocándolas en un lugar más luminoso cerca de la ventana o utilizar fertilizantes especiales, pero también hay otra opción como la de utilizar lámparas especiales, que se equipan con LED, que consumen bastante poco y se pueden encender durante varias horas seguidas. Y es que determinar cuánta luminosidad necesitan de manera concreta es complicado, aunque nos dan información sacada de la Asociación Alemana de Paisajismo de Interiores e Hidroponía en la que mencionan como la flor de flamenco, la palma cola de caballo, la cinta y la palma areca requieren al menos 1000 lux de luz, mientras que otras como la espatifila, el árbol del caucho y la draga pueden prosperar con al menos 500 lux.

Lo recomendable es medir la intensidad lumínica del entorno con un luxómetro o alguna aplicación de medición disponible para los teléfonos inteligentes. Eso sí, el ojo clínico es lo más seguro. Podemos saber si una planta necesita algún cuidado con solo observarla, porque las hojas se pondrán amarillas y se caerán. De igual forma, desde Focus nos dan una serie de recomendaciones para mantener la buena salud de nuestras plántulas de interior, siendo bastante asequibles y fáciles de realizar si se implantan en nuestra rutina diaria.

Recomendaciones para las plantas

Explican que la falta de luz se agrava con un cuidado inadecuado. Por ejemplo, la capa de polvo en las hojas puede actuar como filtro para la luz solar, como explica Jürgen Herrmannsdörfer, de la Asociación Alemana de Paisajismo de Interior e Hidroponía, pues "dependiendo del grosor de la capa, puede llegar a la planta hasta un 30% menos de luz". El experto nos recomienda rociar la planta con agua regularmente aun cuando estemos en un horario en el que no solemos hacerlo. Se puede retirar a mano con un paño, e incluso el agua de lluvia nos puede ayudar en este propósito si la recogemos, puesto que no contiene cal y no deja residuos en las hojas. El polvo también se puede limpiar regularmente con un plumero.

También nos menciona que "la cantidad de agua necesaria siempre debe ajustarse al consumo de la planta", el cual depende del tamaño de las hojas en relación con las necesidades energéticas. Herrmannsdörfer dice que usar el tacto para saber si la tierra aún está húmeda es un método de toda la vida y altamente efectivo, aunque también se pueden usar depósitos de agua con indicadores. En cuanto a la aplicación de fertilizantes, en invierno debe reducirse a menos de la mitad, ya que dado que la mayoría de las plantas crecen menos durante estos meses de invierno, el suministro de nutrientes se ha de limitar.

Andreas Höfer, que dirige un vivero hidropónico de plantas de interior en Eislingen, trata el tema de la caída de las hojas debido el aire seco y cálido de la calefacción. Para paliar esto, Herrmannsdörfer recomienda un riego más abundante en estos casos o el uso de vasos columnares como macetero decorativo, que dejan un espacio de aire entre la parte inferior y la maceta, ayudando a paliar el sobrecalentamiento. Mientras tanto, Höfer habla de fuentes con piedras volcánicas, que tienen poros grandes y una superficie muy amplia, así como menciona la importancia de ventilar adecuadamente los en espacios con aire seco durante los días más húmeros del exterior, si bien, con esto hay que tener cierto cuidado, pues la humedad puede provocar la aparición de moho.

Por último, mencionan cómo el aire caliente también crea las condiciones ideales para plagas como ácaros, cochinillas y escamas, por lo que hay que ajustar en el interior para llegar a unas condiciones ideales. Nos recomiendan que, a los primeros síntomas de infestación, limpiemos la planta, siendo ideal "colocarla en diagonal en el jardín y rociarla con agua", afirma Höfer, así como podemos limpiarla con un paño húmedo y luego aplicar productos fitosanitarios. Herrmannsdörfer aconseja cortar los brotes infestados y aplicar agua jabonosa y productos protectores si aún quedan ácaros y pulgones.