Una mujer de 38 años abandona la enfermería, monta una lavandería y se embolsa 408.000 euros al año

Cuando nos lanzamos al mercado laboral lo hacemos después de años de preparación en los que vamos definiendo el camino que queremos seguir, a qué nos queremos dedicar y cómo queremos seguir nuestra vida en las próximas décadas. Sin embargo, somos muy jóvenes y podemos no ser conscientes de lo que hay en cada lado de la balanza y podemos caer en errores en cuanto a nuestras decisiones, pudiendo darnos cuenta una vez que experimentamos la profesión a la que nos hemos querido especializar, surgiéndonos las dudas de qué hacer entonces con nuestro futuro.

Este puede ir por donde menos esperemos, si no que se lo pregunten a una enfermera que decidió dejar atrás su trabajo en la unidad de trasplantes de médula ósea de un hospital después 13 años trabajando allí. Estaba agotada de los turnos de 12 horas, las noches, los fines de semana y las guardias interminables, así que decidió reinventarse allá por 2020, cuando compró una lavandería en Arizona (Estados Unidos), según relatan en CNBC Make It. Y no fue porque pillara un chollo de la nada, sino que se arriesgó vendiendo su casa y utilizando todos los ahorros de los que disponía en ese momento.

Todo ello para comprar un pequeño local de barrio, aunque con buena reputación, lo que la convenció por ser un negocio sencillo, recurrente y con clientes habituales. Después de la compra, renovación y modernización empezó a funcionar y esto se convirtió en su verdadero sueño tras haber probado con la enfermería, profesión que compatibilizó con la lavandería durante casi tres años mientras lograba estabilizar su proyecto. Este momento llegó, y en abril de 2023 abandonó definitivamente el hospital para dedicarse de lleno a su empresa.

Impacto económico y de vida

En CNBC Make It recogieron los datos financieros presentados por la protagonista, que dejaban claro el éxito que estaba alcanzando. En el último año, la lavandería generó aproximadamente 475.000 dólares (unos 408.000 euros al cambio) en ingresos, más otros 30.000 (casi 26.000 euros) por el alquiler de un pequeño salón cerca de allí. Apuntan que, del total, cerca de 119.000 fueron beneficios netos antes de la reinversión, de los cuales 66.000 (alrededor de 57.000 euros) fueron directamente para ella como salario personal, invirtiendo el resto de lo ganado en mejorar el equipamiento y servicios del establecimiento.

A esto hay que añadir lo generado mediante su estrategia de marketing y presencia en redes sociales, que en 2024 ascendió a unos 22.000 dólares (sobre 19.000 euros) por contenido, que espera que se multiplique por 10 próximamente. Gasta unas 10 horas semanales en la creación de contenido para redes y en la gestión general del negocio, mientras que otras cinco o seis son para supervisión del local. Sin duda, las cifras son de lo más llamativas, pero lo que más llena a la enfermera es lo que ha ganado en calidad de vida, recuperando tiempo, tranquilidad y control sobre ella.

Habiendo dejado atrás las guardias, sin turnos interminables y la agenda de un hospital, manifestaba que por primera vez puede disfrutar de fines de semana, festivos, vacaciones, y planear viajes con libertad, así como disfruta de la posibilidad de delegar tareas, para lo que dispone de un equipo de seis personas que se encargan del día a día del negocio mientras ella se enfoca su expansión, mejora de procesos y planear el futuro.