Hay cinco frases típicas de personas inestables: si las conoces, puedes detectarlas de lejos
Señales para poder vislumbrar este rasgo

Ilustración sobre inestabilidad / Richard Drury

La inestabilidad emocional es un síntoma que tienen muchas personas, lo cual hace que parezca que vivan constantemente como en dos extremos, del entusiasmo y la cercanía a la separación repentina. Esto nos lo explican en Studenti, donde escriben que quienes sufren esto, en un instante están presentes, cariñosos, llenos de atención; pero al poco tiempo pueden marcharse, pasando de hacerte sentir importante en un primer momento a parecer que te han olvidado en un segundo, en "una sucesión de gestos incoherentes y silencios confusos" que deja más preguntas que respuestas sobre si el problema eres tú o ella.
Más información
En el artículo hacen referencia a Anna Maria Sepe, psicóloga y fundadora de Psicoadvisor, quien manifestaba que las palabras que usamos nunca son aleatorias, sino que revelan cómo nuestro sistema nervioso regula las emociones, por lo que cuando nos desequilibramos, el lenguaje se vuelve incierto, contradictorio e impredecible. La experta dice que no es únicamente tener una personalidad difícil, sino que va mucho más allá y es el resultado de todo lo vivido.
Suele ser el resultado de relaciones inestables, experiencias emocionales discontinuas o relaciones marcadas por constantes altibajos, apuntan mencionando a Sepe, que también apunta que hay aspectos a nivel biológico para este tipo de personas, puesto que la inestabilidad emocional mantiene al cuerpo en un estado de alerta constante, con reacciones como la hiperactividad de la amígdala o el aumento del cortisol que provoca que no encuentren calma y equilibrio. Por suerte, aun con la confusión que se genera, hay métodos para detectarlas.
Cinco frases que nos dan información
La inestabilidad indica una fluctuación en el equilibrio emocional que suele estar arraigada a la falta de seguridad y confianza, pues la producción de hormonas del estrés se incrementa y empieza a reaccionar de forma instintiva con el objetivo de recuperar la serenidad. Sin embargo, no significa que la incertidumbre sea un indicativo, pero sí que lo es no tener autoconciencia de la indecisión, es decir, quien cambia de rumbo constantemente sin darse cuenta, que puede estar inmerso en esa inestabilidad emocional que desemboca en confusión y sufrimiento. Si bien, hay señales de alerta para detectarlo, como son las cinco frases que nos dan en el artículo:
- "Lo quiero, pero no ahora". Escriben en Studenti que en ella se esconde una dinámica ambivalente, de deseo y miedo, pues tienden a acercarse cuando sienten afecto y a distanciarse cuando perciben peligro o vulnerabilidad.
- "No sé lo que quiero, pero nada me conviene". En esta se denota la incapacidad de reconocer las propias necesidades, pues la crítica a cualquier cosa se utiliza como método defensivo, una forma de protegerse del contacto, pero que desemboca en frustración constante.
- "Solo era una broma, eres demasiado sensible". Reducir la culpa de haber herido a otra persona y trasladarle la responsabilidad es una acción defensiva contra la vergüenza para cubrirse y desestabilizar a quien se ha atacado.
- "Me malinterpretaste". Cuando se repite una y otra vez, es un indicativo más de abandono de la responsabilidad en un proceso de reescritura mental de lo sucedido para evitar la culpa.
- "Tú eres quien me hace sentir así". Aquí sí que dejan la responsabilidad a otra persona de su propio estado emocional, es decir, su bienestar siempre depende del exterior, lo que marca las relaciones con tensión y culpa.




