El temido lagarto venenoso de más de 6 metros de largo que se habría zampado al dragón de Komodo
Un depredador colosal y casi invencible

Megalania / Racksuz

Estamos acostumbrados a encontrarnos con información de especies que vivieron hace miles y millones de años en nuestro planeta pero que ahora son solo un recuerdo, a veces muy vago porque no tenemos demasiados registros sobre ellos, solamente los expertos los conocen. Y es que la Tierra era un sitio muy inhóspito hace tiempo, al menos desde la perspectiva humana, porque en ella campaban criaturas absolutamente colosales que en la actualidad serían consideradas como auténticas monstruosidades. Eso sí, de ellas vienen las que ahora sobreviven.
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En la web Click Petróleo e Gás hablan de uno de esos animales que desaparecieron y era majestuoso. Dicen que vivía antes de que la presencia humana dominara Australia y era un depredador colosal en tierra firme, el cual es un pariente lejano del dragón de Komodo, aunque sus dimensiones en comparativa son absolutamente dispares. Mientras que los ejemplares que aún se conservan vivos de los reptiles de Komodo pueden llegar a medir unos tres metros y pesar entre 70 y 90 kilogramos, su ancestro era más del doble de largo y hasta 10 veces más pesado. Es decir, podía superar los seis metros de largo y tener entre 600 y 1.000 kilos de peso.
Se trata de Megalania (Varanus priscus), un gigante rápido, agresivo, potencialmente venenoso y uno de los depredadores terrestres más temidos del Pleistoceno. En el medio antes mencionado aseguran que habitó Australia hace aproximadamente entre 2 millones y 40 mil años, habiéndose encontrado fósiles en diversas regiones del continente, gracias a los cuales se estima que viviría en llanuras abiertas, sabanas y zonas semiáridas, alimentándose de canguros gigantes, diprotodontes (marsupiales del tamaño de un rinoceronte) y grandes aves no voladoras.
Caza venenosa
Click Petróleo e Gás escribe que Megalania poseía glándulas venenosas, que según las evidencias que se tienen, provocaban un trauma mecánico severo con toxinas anticoagulantes e hipotensoras, capaces de causar shock y hemorragia en la presa a la que mordieran. Y, aunque su tamaño era enorme, no estamos hablando de un cazador lento, todo lo contrario, además de tener una inteligencia y actividad grande. Planeaba emboscadas cortas y ataques explosivos, pudiendo perseguir animales a distancias moderadas y lanzar mordeduras repetidas para debilitar a los más grandes.
Aseguran que la estrategia que utilizaba era parecida a la de los dragones de Komodo modernos, aunque con una letalidad mucho mayor. Y es que su anatomía estaba diseñada para dominar, con un cráneo robusto con dientes aserrados y curvados; un cuello y torso musculosos, capaces de atrapar presas grandes; extremidades fuertes para sostener su gigantesco cuerpo en tierra firme; y una cola larga y pesada para mantener el equilibrio que también usaba como arma defensiva. De esta forma, se cree que Megalania fuera prácticamente imbatible en enfrentamientos directos.




