La Asociación de Amigas y Amigos de Los Remedios de Sesma se constituye formalmente para evitar que esta seña de identidad del pueblo se derrumbe

Pamplona

Un grupo de vecinos de Sesma reclaman a las instituciones que no dejen que una de las señas de identidad del pueblo, la Ermita de Los Remedios, caiga en la ruina total. Construida en el siglo XVIII, está ubicada en lo alto de la localidad, coronando la reconocible silueta del municipio y controlando el horizonte, con unas vistas privilegiadas. El abandono al que ha sido sometido por parte del Arzobispado, a quién pertenece, ha hecho que esté en peligro de derrumbe; algo que este grupo de vecinos quiere evitar. Por ello, este sábado presentan en la localidad la Asociación de Amigas y Amigos de los Remedios con la que intentarán hacer fuerza y llamar a las puertas que puedan ayudarles en su misión.

Por la SER han pasado algunos de los socios, uno de ellos es Ramón Irala, estudioso de la historia del municipio que afirma que "lo primero que hay que hacer es sensibilizar a la gente del pueblo de que tenemos un bien realmente valioso, históricamente valioso. Mantenerlo es respetar a los mayores que lo han hecho. Tengamos una cierta sensibilidad por nuestro legado. Es importante saber que la ermita es un bien material pero también espiritual que refleja la vida del pueblo: ha sido una iglesia, ha sido un cementerio... Un sitio en el que nos hemos casado, nos han bautizado, nos hemos enterrado. Es algo del pueblo que no se puede dejar caer".

Víctor Asensio es historiador del arte y explicaba que el edificio tiene un indudable valor arquitectónico: "según los expertos es una obra única, una cosa muy peculiar porque aquí se da en el siglo XVIII una confluencia de factores. Por un lado llegaba muchísimo dinero de América de personas que han emigrado y han hecho fortuna y quieren devolver en cierto modo al pueblo parte de lo que tienen; y por otro lado hay una tradición constructiva en ladrillo muy importante heredera del mudéjar. Además tenemos una figura muy singular que es la de Silvestre de Soria, un arquitecto, adornista, escultor que se va de Sesma a Madrid para trabajar en las obras del Palacio Real, que en ese momento se estaba construyendo. Vuelve al pueblo conociendo todo el lenguaje de la arquitectura borrominesca italiana y la implanta".

Íñigo Lumbreras, estudiante de Conservación, ha publicado un trabajo académico de 64 páginas sobre la ermita donde explica que es considerada uno de los máximos ejemplos del Barroco en la Comunidad. Recuerda porqué se erigió el actual edificio en el lugar en el que previamente había otra ermita: "el santuario inicial estaba dedicado a San Salvador pero la Virgen de los Remedios estaba en un altar lateral. Fue la devoción que los sesmeros tenían a esta virgen lo que motivó la construcción de la actual ermita. Primero se creó la Cofradía y luego la ermita con la idea de dar mayor culto a esta virgen".

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Vicente Vitoria, arquitecto, explica que la situación en la que se encuentra el edificio actualmente es preocupante, "está al borde de la ruina, no se sabe muy bien cómo aguanta porque no se ha hecho ninguna intervención desde los años 60. La cubierta es un colador y la vegetación se está abriendo paso. Aguanta porque la estructura no es muy pesada y es resiliente". Pero es necesario consolidarla.

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A día de hoy el Arzobispado es propietario de la ermita aunque recientemente se ha mostrado dispuesto a donarla al pueblo para que pase a titularidad municipal. Inicialmente, el Ayuntamiento parecía dispuesto a quedársela, pero finalmente se echó atrás aduciendo que no tiene capacidad financiera para afrontar su mantenimiento. La recién constituida asociación vuelve a pedir al consistorio que se haga con la posesión de la ermita. Decía Irala que no están pidiendo dinero "sino apoyo moral", ya que según Asensio, "la donación al Ayuntamiento es requisito previo para poder acceder a subvenciones y al dinero que permitiría empezar aunque sea las obras de consolidación para que no se caiga. La idea de la asociación es esa: evitar que se hunda. Somos un grupo de gente que dejamos en casa nuestras ideologías políticas y religiosas con ese fin".

Vicente Vitoria cree que, ahora que se habla tanto de despoblación, "dejar sin referencias a un pueblo es vaciarlo: vaciarlo de historia es vaciarlo de contenido". Y propone varias opciones para que el edificio pueda tener una viabilidad económica. "Nosotros como entidad privada tenemos muy poco acceso como interlocutores al Gobierno de Navarra pero un ayuntamiento, si se erige como líder de esa iniciativa, sí que puede. Hay un montón de proyectos de financiación de índole europea que podrían salir adelante. Desde iniciativas relacionadas con la formación o como vivero de micro cooperativismo rural, recogiendo la tradición de los agricultores de Sesma. Como recurso cultural y económico podría tener salida".