Búnkeres del franquismo convertidos en corrales de ovejas
Los profesionales navarros que han localizado las cerca de 3.000 construcciones defensivas de 1939 explican en la SER su historia
Fronteras de Hormigón
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Pamplona
El Gobierno de Navarra, diferentes ayuntamientos de la comunidad foral y la empresa de arqueología Gabinete Trama se han unido en el proyecto Fronteras de Hormigón con la idea de localizar y recuperar los cerca de 3.000 búnkeres construidos a lo largo del Pirineo durante la posguerra de 1939.
Nicolás Zuazua y Carlos Zuza, socios en Gabinete Trama, cuentan en Hoy por Hoy Navarra que tienen constancia de la existencia de unas 2.500-2.600 construcciones defensivas de diferentes tamaños que forman parte de la obra faraónica que emprendió Franco para defender la frontera con Francia de una "hipotética invasión tras la Guerra Civil".
Según relatan, "se comieron buena parte de los recursos del país de un par de décadas para su construcción y no sirvió para nada" incluso se dio más prioridad a la construcción de estos espacios que a la recuperación de viviendas particulares. Son construcciones que "legalmente no existen" y no tienen propietario. Actualmente incluso se han llegado a utilizar como "corral de animales, hacer queso y anteriormente para contrabando".
El objetivo del proyecto Fronteras de Hormigón es seguir localizando y documentando estas construcciones defensivas para abrirlas al público y mantener la historia viva. En verano, explican, hacen grupos de voluntarios para viajar al Pirineo y buscar búnkeres. Según la zona, son más grandes o más pequeños.
Una vez localizados se está señalizando las zonas y se han creado algunas rutas para hacerlo accesibles. A día de hoy pueden visitarse las construcciones defensivas de Erratzu, Bera, Irurita o Burguete entre otros.
El proyecto 'Fronteras de Hormigón'
Fronteras de Hormigón propone un viaje por el Muro Atlántico y la Fortificación del Pirineo, dos impresionantes infraestructuras defensivas construidas en el contexto de la II Guerra Mundial que casi se tocan en la desembocadura del Bidasoa, allí donde se encontraron en 1940 sus impulsores, los dictadores Adolf Hitler y Francisco Franco. La exposición desvela las motivaciones estratégicas que llevaron a la concepción del Muro Atlántico y la Fortificación del Pirineo, muestra el desarrollo de ambos proyectos descomunales y dedica especial atención a sus auténticos protagonistas, centenares de miles de trabajadores, en su mayoría represaliados políticos del nazismo y el franquismo, sometidos a terribles condiciones de miseria y violencia.
El proyecto además se ha trabajado ya a través de los campos de voluntariado juvenil que el Instituto Navarro de la Memoria viene organizando junto al Instituto Navarro de Juventud desde 2016 (Auritz / Burguete, Erratzu, Igal/Igari, Lesaka, Eugi) y que han permitido la divulgación entre la juventud de una realidad histórica traumática. Los búnkeres defensivos han sido convertidos en espacios de reflexión crítica sobre los procesos de vulneración de los derechos humanos, tanto del pasado como del presente.
Por último, este trabajo ofrece la posibilidad de diseñar un mayor número de campos de voluntariado, organizados, incluso, por las propias entidades locales, apropiándose de esas estructuras y convirtiéndolas en un elemento dinamizador de la actividad comunitaria. Asimismo, plantea la posibilidad de formar a personas o microempresas para que exploten la divulgación de las estructuras de hormigón.
Los búnkeres estarán debidamente señalizados en el marco de una serie de itinerarios con memoria que pasarán a formar parte de la plataforma www.espaciosdememoria.com que el Gobierno de Navarra presentó en diciembre de 2021.