Piedras y huesos de animales: las obras de Rozalejo en Pamplona destapan el pavimento original

Pamplona

El Gobierno de Navarra va a invertir alrededor de 9,4 millones de euros para adecuar el Palacio del Marqués de Rozalejo de Pamplona como sede de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, adscrita al Departamento de Relaciones Ciudadanas. En concreto, el edificio albergará la Biblioteca y el Centro de Documentación del Instituto Navarro para la Memoria, así como salas de exposición y de conferencias, con el fin de que sea utilizado tanto por personal investigador como por el resto de la ciudadanía. El Gobierno foral destinará cerca de 8 millones de euros a esta obra, mientras que los 1,5 millones restantes proceden de los fondos europeos Next Generation. El proyecto de rehabilitación ha sido redactado y está siendo dirigido por el estudio de arquitectos Tabuenca & Leache.

Este lunes, representantes de las y los titulares los departamentos de Vivienda, Cultura, Relaciones Ciudadanas y Hacienda han visitado las obras del palacio, situado en el número 17 de la calle Navarrería. Empezadas en 2022, la previsión es que se puedan concluir para 2024. Es una reforma de cierta complejidad, puesto que se está interviniendo sobre un edificio del siglo XVIII, adquirido por el Gobierno de Navarra en 2005, que cuenta con un gran valor patrimonial, histórico y artístico.

El director de obra, Fernando Tabuenca, ha detallado que el Palacio de Marqués de Rozalejo comenzó a construirse en el siglo XVIII (1739), por decisión de Luis de Guendica, procedente de Gernika, que contrajo matrimonio con una pamplonesa. Los problemas económicos de la familia impidieron que llegara a alojarse en el inmueble y, prácticamente desde el inicio, sus distintas dependencias fueron alquiladas. De hecho, a finales del siglo XIX, "dada la escasez de viviendas que había en Pamplona, este edificio fue transformado para albergar viviendas, se convirtió en una casa de vecindad. Se introdujo una nueva escalera y los antiguos salones se compartimentaron para crear alcobas y distintos espacios de habitación", ha explicado Tabuenca.

Las obras, ha subrayado, van a consistir, "fundamentalmente, en recuperar las trazas originales del palacio barroco y adaptarlo a los nuevos usos previstos por el Gobierno de Navarra". En estos momentos están concluyendo las labores de limpieza, "de eliminación de tabiquerías y elementos añadidos". Una vez que terminen, se iniciarán los trabajos para introducir un ascensor que garantice la accesibilidad a todas las plantas.

La labor arqueológica ha permitido recuperar el pavimento original del zaguán. "Es un pavimento de canto rodado, con distintos motivos hechos también con huesos de animales, no solo con piedras de canto rodado. Por lo demás, no ha habido especiales hallazgos en cuanto a policromías o decoraciones murales que reseñar", ha aseverado Tabuenca.

El Palacio del Marqués de Rozalejo fue okupado durante poco más de un año por un grupo de jóvenes que lo utilizaron como gaztetxe. Fue clausurado por el Gobierno de Navarra, que alegó problemas de seguridad. Durante el periodo de okupación se decoraron las paredes y se realizaron diversas actuaciones, lo que ha dificultado "recuperar los trazos originales de los salones, que forman parte de la estructura original, y muy especialmente el zaguán y la escalera barroca".