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El Banco de Alimentos de Navarra prevé un fin de curso duro

El número de personas solicitantes de alimento ha subido desde principios de año en más de mil

Nuevo llamamiento del Banco de Alimentos de Navarra

Pamplona

A principios de 2023, el Banco de Alimentos de Navarra atendía solicitudes de 25031 personas. A finales de agosto ese número ascendía a 26183. Un incremento que refleja, según ha contado en la SER Marisol Villar, la situación social con el incremento de los precios y la precarización laboral. Un panorama que ha definido como "gris oscuro, casi negro". Destaca Villar que buena parte de quienes acuden a ellos para recoger alimentos -cada vez más- son personas con empleo: "Hay muchas personas que, aunque tengan trabajo, tienen unos salarios muy precarios, y con esa cantidad de dinero que perciben, a nada que tengan un hijo y un alquiler que pagar, no les llega para nada. Entonces, cada vez más personas que sí tienen trabajo, necesitan que les echamos una mano en alimentación".

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El alza de los precios como principal causa del incremento de personas necesitadas, lo que tiene un segundo efecto: El descenso de personas que donan al banco, también con economías cada vez más apretadas. Villar ha cifrado el descenso de las donaciones de particulares en un 25 por ciento. Algo muy relevante, si tenemos en cuenta que de los 400.000 euros de presupuesto del Banco de Alimentos de Navarra, el 70% es de procedencia privada.

Un alza de precios, una inflación, cuyo efecto queda plasmado en un dato: "Para poder dar media docena de huevos y medio litro de leche cada mes necesitamos 40.500 euros".

Con todo esto, la presidenta del Banco augura un inicio de curso muy duro: "Este comienzo de curso creemos que va a ser duro para mucha gente. Estamos viendo de nuevo que ahora, a la vuelta de las vacaciones -los que las hayan tenido- las personas más necesitadas tienen más dificultades para cubrir, para llegar a final de mes".

Parecida situación hace un año

En septiembre de 2022, la falta de donaciones en la última recogida hizo que el Banco de Alimentos de Navarra lanzase una "alerta solidaria", alentando a la ciudadanía a donar debido a una caída sin precedentes en la recaudación de la fundación.

Marisol Villar, la presidenta de la fundación en Navarra, contaba que, tras fijar un objetivo de 100.000 euros, llegaban a recaudar un total de 76.000 euros, un 76% de lo previsto. "Está bastante bien. No nos hemos alejado de lo que pretendíamos, pero tampoco lo hemos alcanzado" confesaba la presidenta, que explicaba que habían calculado que esos 100.000 euros de meta eran los necesarios para mantener la dieta de las personas a las que alimentaba el banco hasta diciembre.

Una situación, como la de este fin de verano de 2023, agravada por la crisis y la inflación. Villar entendía hace justo un año que había incertidumbre por lo que pudiera suceder estos meses venideros de otoño e invierno. "La crisis y la guerra siguen ahí, los precios no paran de subir... Y yo creo que el miedo de lo que pueda pasar es lo que la gente se retenga más a la hora de donar", cuenta la presidenta del banco. Unas circunstancias que no difieren demasiado de las que pueden hacer recelar a los navarros de 2023 sobre la situación de la economía.