A buen fin no hay mal principio

Pamplona

A buen fin no hay mal principio. Es la traducción clásica de una de las muchas obras que escribió para representar en su teatro de Londres William Shakespeare. All´s well that ends well, es el título original y la denominan como una de sus "comedias oscuras", básicamente porque no hay una categoría concreta donde clasificarla.

Poco más o menos lo que les pasó a los protagonistas de nuestra historia de hoy a los que la dispersión de recursos, de ventanillas y de oficinas públicas a las que acudir les dejó así.

Le puede pasar a cualquiera, pero a quienes les pasó - y así lo contamos en la ser hace dos semanas- es a los hijos de la última asesinada por violencia machista. Los hijos de Eva Zheng se encontraron con este panorama que denunciamos aquí y que hoy, en el Parlamento, el gobierno Chivite anuncia remedio.

Anuncio del vicepresidente Taberna que llega después de que la primera respuesta de la administración fuera que sí, que Navarra sí tiene ayudas para estos casos.

E igual sí, como dice Maeztu, haberlas haylas, pero igual cuando acaban de matar a tu madre y te quedas como te quedas, te viene bien un poco de ayuda.

La administración, ese paquidermo de múltiples poros y sus ventanillas. Esperemos que a nadie más, después de los hijos de Eva, le haga falta estas ayudas, pero bien empieza lo que bien acaba, que diría Shakesperare.