Navarra mantiene la obligación de reservar suelo para renovables en nuevas urbanizaciones pese a "disfunciones"
UPN plantea sin éxito la eliminación de esa obligación de reserva porque pone en riesgo desarrollos urbanísticos nuevos
Pamplona
Los nuevos desarrollos urbanísticos que se impulsen en Navarra deben contar con una superficie de suelo suficiente como para instalar equipos de energías renovables que permitan abastecer de energías limpias a dichos desarrollos. En realidad, deberán ser capaces de generar un volumen de energía equivalente al consumo anual de esos desarrollos. Es uno de los contenidos de la ley foral de Cambio Climático, aprobada por el Parlamento de Navarra en marzo de 2022. La que parece una medida diseñada con el mejor propósito para obtener energías limpias, no contaminantes, está generando "disfunciones" y puede ser un impedimento, o al menos una traba, a la hora de plantear y ejecutar desarrollos urbanísticos futuros de mucha importancia en Pamplona y su comarca. Por ejemplo, en el caso de Donapea o de Etxabakoitz y San Jorge. Al menos, así lo entiende el portavoz de UPN, Juan Luis Sánchez de Muniain, que ha propuesto, sin éxito, la eliminación del apartado 2 del artículo 18 de esa ley de Cambio Climático.
Hora 14 Navarra (16/11/2023)
Sánchez de Muniáin ha asegurado que la aplicación de este apartado hace “imposible en esta comunidad los desarrollos urbanísticos que son necesarios” defendiendo que “hacer inviable el desarrollo no es una medida sostenible”.Además, ha señalado, este apartado “compromete el uso del suelo en lugares donde su valor es más elevado por escaso” y “perjudica gravemente” la buena ordenación urbanística. “La ocupación del suelo se debe llevar con criterios de racionalidad y eficiencia” pero esta “desorbitada exigencia” no solo no cumple estos criterios sino que “promueve el derroche” de suelo urbano, ha defendido subrayando que se puede promover la generación de energía renovable y limpia sin esta exigencia. Con esta exigencia, ha alertado, podrían correr riesgo desarrollos como el planteado en Donapea o en San Jorge-Rochapea donde, ha asegurado, serían necesarias grandes extensiones de terreno urbanizable.
En busca de soluciones a las "disfunciones" de la norma
Desde el PSN Javier Lecumberri ha reconocido que en la elaboración de la ley quizás fueron “un poco a brochazo” pero ha defendido que este problema “no se puede solucionar eliminando el artículo” sino adaptándolo en base a las soluciones propuestas por los técnicos ya que “es necesario prever un generación de energías limpias y renovables suficientes” en cada desarrollo.
La propuesta, ha criticado Adolfo Araiz por EH Bildu, responde a la “defensa de unos intereses mercantiles por encima de intereses generales a la hora de plantear esa lucha contra el cambio climático” y ha aclarado que no están cerrados a cómo materializar esta obligación entendiendo que podría establecerse una colaboración con comunidades energética de otros ámbitos.
El portavoz de Geroa Bai, Pablo Azcona, ha compartido que existen “disfunciones” en este artículo”, si bien ha señalado que “no se trata de suprimir ni reducir objetivos” sino de “establecer procedimientos para seguir cumpliendo los objetivos que plantea la ley” y “es necesario garantizar que se genere una energía equivalente a las necesidades energéticas de ese desarrollo”.
En representación del PP Javier García ha considerado “oportuna” esta modificación aludiendo a la “necesidad de suelo para la construcción de vivienda” afecta a “un importante número de ciudadanos, especialmente jóvenes” que quieren emanciparse.
Coincidiendo en que puede haber “alguna disfunción” en la aplicación efectiva de este artículo Carlos Guzmán, de Contigo-Zurekin, se ha mostrado más partidario de la modificación asegurando que le consta que desde el Gobierno ya se está trabajando en ello.