El arzobispo de Pamplona se despide pidiendo "perdón a quien haya ofendido"
Francisco Pérez lamenta "todo aquello en lo que no he estado a la altura de las circunstancias que han sobrevenido en distintos y diversos momentos"
Pamplona
Francisco Pérez se ha despedido este sábado como arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela. Una etapa marcada por los casos de abusos en la Iglesia en Navarra que salían a la luz, el primero denunciado en La SER, por José Luis, entonces Guillermo. La Catedral de Pamplona ha acogido una eucaristía de despedida, cargo que asumirá, el próximo 27 de enero, Florencio Roselló. En una carta de despedida, Francisco Pérez ha destacado los "más de 16 años entregados al servicio de esta Iglesia particular de Pamplona y Tudela" que "han constituido en mi vida la etapa más prolongada empleada en un servicio pastoral y, además, el último tramo de mi servicio episcopal". "Ha sido, sin duda, uno de los períodos más intensos de mi vida y que más honda huella han dejado en mí", ha expresado.
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Despedida también con un mensaje de perdón: "Os doy gracias a todos los navarros, empezando por los servidores y trabajadores de la Curia diocesana, y pido perdón por todo aquello en lo que no he estado a la altura de las circunstancias que han sobrevenido en distintos y diversos momentos", añade en su despedida.
En este escrito, recuerda sus llegada a Navarra que ""evocaba en mi corazón la colosal figura de San Francisco Javier y la labor de los misioneros originarios de esta tierra". "Como inquietud permanente en estos años ha venido una y otra vez a mi espíritu la urgencia de impulsar esa nueva evangelización, a la que nos animaba san Juan Pablo II, o de proponer la perenne novedad del Evangelio sin dejarnos robar la esperanza, en palabras del actual pontífice Francisco", explica. También "el desafío planteado por ese 'humanismo sin Dios', ese 'humanismo excluyente y exclusivo', que a la postre 'es un humanismo inhumano'", citando las palabras de Benedicto XVI.
"He procurado poner en el centro de la vida diocesana la primacía de la persona de Jesucristo y de su Evangelio: promoviendo el encuentro con él en la Eucaristía, la adoración eucarística, el sacramento de la penitencia, la dirección espiritual o la práctica de los ejercicios espirituales. Y sin olvidar que de ese trato brota la comunión, la fraternidad y el impulso de la Cáritas como fuente de renovación social y servicio a los más necesitados", resalta Francisco Pérez.
De la misma manera, ha subrayado su voluntad de "presentarme en los rincones más recónditos de la Diócesis, buscando el trato y la cercanía familiar con las personas, intentando hacerme presente en las parroquias de los pueblos y las ciudades". Visitas en las que ha podido comprobar "la riqueza de la vida de la Iglesia y la entrega conmovedora de los religiosos y laicos".
Despedida
La Catedral de Pamplona ha acogido este sábado la misa solemne de despedida de quien ha sido en los últimos 17 años arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela, Francisco Pérez, con motivo de su retirada a los 77, cumplidos este 13 de enero. Administrador apostólico de la diócesis desde hace dos años en que anunció al Papa la llegada de la edad de retirada, Pérez ha presidido una la celebración, como ya ocurriera hace dos semanas en la catedral de Tudela.
Como en las ocasiones solemnes, la Capilla de Música de la Catedral dirigida por Ricardo Zoco y acompañada por el organista Julián Ayesa y un Quinteto de metal y madera han apoyado con su música a la misa, concelebrada por decenas de sacerdotes de toda la diócesis.
Sus primeras palabras en ella, tras dar la bienvenida a los fieles que abarrotaban el templo ha sido para dar “gracias a Dios por estos 17 años que he estado entre vosotros, con mis luces y mis sombras”, y para apostillar que, pese a su marcha, “os llevo a todos en mi corazón y seguiréis muy presentes en mis oraciones”.