"La versión más dura de las nuevas tecnologías. Eso de que el acoso no se acaba en el horario escolar. Sigue con el móvil"

Pamplona

Lo contamos el viernes, la sentencia que condena a dos alumnos de un colegio concertado de Pamplona a 60 horas de trabajo comunitario y al pago de casi 6000 euros a un compañero de clase al que acosaron durante varios años. La sentencia llama también la atención porque condena al colegio a pagar 18.000 euros al acosado como responsable civil. Por no haber cortado a tiempo ese acoso. Y llama la atención que no se dieran cuenta porque en tres años, recoge la sentencia, una catarata de insultos muy llamativa. "Diente de sable, pelao, pies grandes, tu amiga la feminista LGTBI te ha comido la cabeza, das mucha pena con ella, eres superfeo, eres amorfo". Uno de los condenados llegó a bajarle el pantalón en clase de educación física.

Y un detalle más de la condena, una orden de alejamiento de los dos condenados a la victima. Durante un año no podrán comunicarse con él ni acercarse a menos de 300 metros.

La pena es que la sentencia llega tarde, porque el chaval, harto y jodido por 3 años de acoso permanente por parte de estos dos gallitos, se cambió de colegio justo después de denunciarlos. Una imagen, desgraciadamente, muy habitual. Nos lo ha contado la escritora Lucia Echegaray, que ha venido hoy a Hoy por Hoy.

Lucía, que encontró en la literatura la manera de sanar su herida le ha contado a Mamen y a Joaquim la versión más dura de las nuevas tecnologías. Eso de que el acoso no se acaba en el horario escolar. Sigue con el móvil.

Una historia que hoy sabemos que sufren muchas mas personas de lo que pensamos. Y contra la que luchan programas como Laguntza en la red pública para atajarlas cuanto antes.

Cosas que tiene la pública.