A Osasuna se le escapan dos puntos en el descuento de penalti discutido ante el Villarreal

Pamplona

Se prolonga la maldición de Osasuna ante Marcelino y con Munuera Montero. El técnico asturiano iguala a Ancelotti como el entrenador ante el que los rojillos llevan más partidos sin ganar (9). Con el árbitro andaluz son 7 los encuentros consecutivos dirigidos al equipo navarro sin lograr la victoria. Cerca estuvo de romperse la mala racha ante ambos, en concreto solo sobró el tiempo añadido. El colegiado decretó la pena máxima en el área de Osasuna que permitía al Villarreal empatar el encuentro ante la desesperación del Sadar.

Un partido que había comenzado muy de cara para los rojillos. Budimir en dos zarpazos había puesto el 2-0 en apenas 20 minutos. El primero cabeceando un centro medido de Rubén García a los siete minutos que abría el marcador y poco después para transformar un penalti señalado por el VAR sobre el propio delantero croata. Los números de Budimir ojo: Ocho goles en lo que llevamos de liga anotados en las últimas nueve jornadas. 7 goles marcados en los 7 últimos partidos. El croata a por el récord de goles en primera con Osasuna de Sabino Andonegui.

La segunda mitad comenzaba con el saque de centro de Osasuna del que a punto estuvo de llegar el 3-0. Moncayola remataba una jugada de Areso por la derecha y el portero castellonense Diego Conde evitaba la sentencia. No le quedaba otra al Villarreal que ir a por el partido. Herrera con un estirada espectacular a mano cambiada frenaba la primera llegada con peligro de los visitantes por medio de Barry. El propio espigado delantero franco guineano perdonaba un remate a bocajarro a centro de Cardona por la izquierda.

Recortaba distancias el Villarreal por medio de Álex Baena aprovechando una asistencia del otro internacional español Yeremi Pino. Un Baena desparecido durante gran parte del encuentro por el marcaje al hombre de Areso en defensa pero que conseguía meter a su equipo en el partido. La entrada de Gerard Moreno al descanso y de Denis Suarez después dieron otro aire a los de Marcelino. Precisamente Herrera ante Denis tuvo que intervenir para evitar el empate que llegaría ya en el descuento.

En el octavo córner botado por el Villarreal, el colegiado Munuera Montero no lo dudó ni un instante para decretar penalti. Un agarrón en el área de los que por partido se producen unos cuantos fue motivo suficiente para pitar la pena máxima y la amarilla para Torró, la quinta, con la que tendrá que cumplir sanción el próximo encuentro. Gerard Moreno pese a la estrategia de Sergio Herrera de irse hasta el banquillo por lo que se llevó también amarilla, no perdonó y lograba el empate a 2 definitivo en el tiempo de añadido.

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Al final del partido hubo tensión entre los banquillos con Marcelino y su hijo, miembro de su cuerpo técnico, encarándose con el de Osasuna y con el delegado de campo rojillo Iñaki Ibáñez, el pacificador habitual en este tipo de rifirrafes, teniendo que ser sujetado en este caso ante los comentarios del técnico y su hijo. No extraña tanto ver en estas al director deportivo rojillo Braulio Vázquez reincidente.

Con el sabor amargo por los dos puntos que vuelan al final del Sadar y por las formas, Osasuna acaba la jornada 14 con 22 puntazos, en puestos europeos. Ahora una semana por delante hasta visitar el próximo lunes 2 de diciembre el Pizjuan para medirse al Sevilla que viene de ganar al Rayo Vallecano. Segundo partido consecutivo en casa para los hispalenses. Con la baja por acumulación de amonestaciones de Torró, Iker Muñoz preparado para regresar a la titularidad en el pivote.