Sociedad

¿De qué hablamos cuando hablamos de absentismo?

Una encuesta revela que las empresas navarras puntúan con 7,8 sobre 10 su preocupación por esta realidad laboral

Presentación de una encuesta sobre absentismo laboral entre las empresas navarras en la sala de prensa del gobierno foral. / cadena ser

Pamplona

El ‘Informe de Absentismo’, encargado por el Gobierno foral, demuestra que esta situación entre los trabajadores navarros es "muticausal" y propone medidas integrales.

Las conclusiones del informe han sido presentadas hoy por el consejero de Industria, Mikel Irujo, y la consejera de Empleo, Carmen Maeztu, junto con responsables del estudio, de la consultora Biok.

Según señala el Ejecutivo foral, la primera cuestión que arroja el estudio es la complejidad del fenómeno. Existe una concepción diferente de lo que significa el absentismo para todas las partes y denota un significado específico para el que no existe una acepción consensuada.

Asimismo, la cantidad de datos y cifras existentes es muy variada, heterogénea y no permite hacer una lectura objetiva de los datos. Por tanto, el primer paso es entender la multicausalidad del fenómeno y romper, independientemente de cómo se denomine o se conciba el “absentismo” para las posiciones dispares y trabajar en la construcción colectiva de soluciones.

La multicausalidad del fenómeno requiere implementar medidas en los diferentes ámbitos; público, empresa y negociación colectiva, etc.

Lo que dicen las empresas

De la encuesta se desprende que algo menos de un 40 % de empresas incluyen “todo” dentro del concepto absentismo, incluidas las horas sindicales. Otro grupo de en torno al 30 % incluyen únicamente las ausencias en el puesto sin causa justificada y las IT (incapacidad temporal) por contingencias comunes.

Y un tercer grupo, en torno a un 30% de empresas, incluyen además de las ausencias no justiciadas, la IT por Contingencias Comunes, y por contingencia profesional.

Por otro, la cifra media “global” mensual de “absentismo” en Navarra señalada por las empresas que han contestado al cuestionario es del 7,86 % y la cifra media de incapacidad temporal por contingencias comunes, señalada por las empresas que han contestado el cuestionario es de un 5,14 %.

Asimismo, las empresas más pequeñas son las que menor porcentaje de ausencias al trabajo por contingencia común presentan, por debajo del 4 % y el de las empresas de entre 50 y 250 trabajadoras/es llega casi al 6 %, es el más alto.

Por sectores es la industria la que presenta un mayor nivel de absentismo por contingencia común y para casi el 90 % de las empresas el nivel de ausencias al trabajo se ha incrementado en los últimos cinco años, concretamente para el 89,5 %.

En términos socio demográficos, el 71,7 % de las personas empleadas no ha tenido baja laboral en los últimos tres años. Por otro lado, la mayor o menor correlación no se corresponde con variables sociodemográficas concretas, sino con personas concretas, esto es, las empresas manifiestan que el mayor número de ausencias al trabajo se concentran en un mismo grupo de personas de muy diferente perfil.

Las propuestas

El informe subraya que no hay sólo un factor determinante para el problema de absentismo que está viviendo el tejido por tanto hay que trabajar desde diferentes vías para buscar una solución colaborativa entre todas las partes implicadas: administración, el tejido empresarial y la negociación colectiva.

Estas propuestas parten de la integración de la solución, aportando elementos de actuación desde diferentes ámbitos de gestión que traten de abordar un problema complejo y multifactorial.

Las recomendaciones de este estudio, en el ámbito empresarial, insisten en la importancia de que las empresas se doten de sistemas permanentes de recogida de información sobre la evolución del absentismo que proporcione datos actualizados y homogéneos sobre la evolución del fenómeno.

Así mismo, dado que el factor propio del entorno del trabajo es importante en los índices de absentismo, es necesario fomentar modelos empresariales que intervengan ante el origen de las causas, relacionados con los trastornos musculoesqueléticos y la salud mental, incorporando sistemas organizativos que reduzcan estas incidencias como la rotación de puestos, la flexibilidad y la conciliación.

Este tipo de cambios se impulsan desde organizaciones con una mayor implicación de las plantillas y por tanto con modelos de liderazgo participativo.

Desde el punto de vista de la salud mental se identifica una doble recomendación, que subraya la necesidad de implementar en las empresas sistemas de evaluación de riesgos sicosociales, ya que este tipo de patologías está aumentando considerablemente y supone unos de los principales retos del sistema por su alta incidencia en el absentismo.

En el ámbito de la concertación social, se señala que el Diálogo Social y el Plan de Empleo 2025-2028, recoge como prioridad afrontar este problema y por tanto se dota de herramientas para actuar, desde la colaboración con los agentes sociales y económicos, buscando como objetivo reducir 2 puntos porcentuales las ausencias al trabajo.

El diálogo social permite activar herramientas de concertación para monitorizar el problema y desarrollar propuestas conjuntas que se puedan aplicar posteriormente en la negociación colectiva. De tal modo que el Plan de Empleo 2025-2028, recoge la creación de un grupo de trabajo permanente para abordar cuestiones importantes señaladas en el informe, como la definición de un término de consenso, el diseño de un sistema de seguimiento, análisis y evaluación de los datos, así como el desarrollo y consenso de propuestas de intervención.

El informe recomienda que, desde las Administraciones, se debe mejorar en la gestión e integración de datos relacionados con las ausencias al trabajo desde las fuentes que disponen de la información como la TGSS y el INSPL estableciendo bases de datos comunes.

A su vez, profundizar en la vía de normalización de los tiempos en la gestión sanitaria para pruebas, diagnósticos e intervenciones, proceso que se vio frenado por la COVID-19, consiguiendo reducir las listas de espera.

Finalmente, se apuesta por activar una responsable cultura de la salud, ayudando a las personas trabajadoras a realizar un uso consciente de los derechos en general y de las bajas y permisos en particular, desarrollando campañas de sensibilización y concienciación en este sentido.