La cosecha de cereal en Navarra puede ser "excepcional" pero los precios no acompañan
Los agricultores temen pérdidas pese a rendimientos récord debido a las elevadas importaciones de grano
Así ha comenzado la campaña cerealista en Navarra
Pamplona
La campaña de cereal en Navarra arranca con perspectivas muy positivas, especialmente en la zona de la Ribera, donde ya han comenzado las labores de recolección. Sin embargo, el entusiasmo por los altos rendimientos se ve empañado por una fuerte preocupación en el sector: los precios del cereal se encuentran en mínimos históricos, lo que amenaza con convertir una cosecha abundante en una campaña económicamente muy poco rentable.
Esther Burgui, agricultora cerealista en Villaveta, en la Baja Montaña, y presidenta de la Unión de Cooperativas Agroalimentarias de Navarra (UCAN), destaca que “donde han entrado las cosechadoras, como en Arguedas, Mélida o Marcilla, se están viendo rendimientos de entre 2.000 y 5.000 kilos por hectárea, cifras que no se veían desde hace años”. En zonas donde antes apenas se cosechaba, este año se habla de una producción “histórica”.
No obstante, la situación es más incierta en el centro y norte de la comunidad: “Ha sido un año de lluvias persistentes, no excesivas en cantidad, pero sí constantes, lo que ha afectado a la sanidad de las raíces y ha favorecido la aparición de hongos”, explica Burgui. En su propia explotación, asegura que “las raíces no están del todo sanas” y que, aunque se han aplicado tratamientos fungicidas, “no sabemos realmente qué calidad tendrá ese cereal”.
David Navarro, agricultor cerealista en Tudela y vocal de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN), coincide en que “las previsiones son muy buenas en cuanto a rendimientos”, pero advierte que “el mayor problema son los precios, que son anormalmente bajos”. Según Navarro, “una tonelada de trigo que hace dos años se pagaba por encima de los 400 euros, ahora ronda los 205 euros; la cebada, incluso por debajo de 190”.
Ambos representantes coinciden en señalar las importaciones masivas, especialmente de cereal ucraniano, como uno de los factores clave en la caída de precios. “Estamos recibiendo cereal en los puertos a precios muy bajos, sin aranceles y sin las mismas exigencias fitosanitarias ni de calidad que tenemos aquí”, denuncia Navarro. Esta competencia desleal, sumada a un mercado global deprimido, arrastra los precios a la baja incluso en campañas de alta producción.
El cereal, principalmente trigo y cebada, ocupa más de la mitad de la superficie cultivada en Navarra —unas 150.000 hectáreas de las 340.000 totales—, lo que da cuenta de su importancia estratégica. Sin embargo, los costes de producción no han bajado ni mucho menos en la misma proporción que lo han hecho los precios. “Se calcula que para cubrir costes hacen falta unos 4.000 kilos por hectárea, una cifra que no todas las explotaciones alcanzarán”, advierte Navarro.
De esta forma, Navarra podría estar ante una de las mejores campañas de cereal de las últimas décadas en términos de volumen, pero con un mercado que no acompaña. “Podemos tener una producción histórica y aun así terminar en pérdidas”, lamenta Burgui.