Pezuñas en los ochenta, máquinas de acero en la actualidad

Pamplona

Arbandieta Manufacturas, con sede en Orkoien, es hoy un referente en la fabricación de maquinaria metálica en Navarra, pero su historia comenzó en un nicho tan específico como el recorte de pezuñas de vaca. “Venimos de la ganadería, siendo una parte fundamental de nuestro negocio”, explica Eki González Franco, gerente de la compañía. La empresa nació en 1988 de la mano de Adrián González, padre del actual responsable, ofreciendo servicios a explotaciones lecheras. Con el tiempo, surgió la necesidad de fabricar sus propias máquinas para ese trabajo, y la comercialización fue el siguiente paso natural. “Primero fabricábamos para nuestro servicio, luego empezamos a vender esas máquinas y eso nos llevó a donde estamos ahora”, resume.

Hoy, Arbandieta, integrada en el grupo familiar Anka, produce equipos especializados para recorte de pezuñas, fabricados principalmente en acero inoxidable, aunque también incorpora hierro y aluminio. “Nuestro lema es ‘by trimmers for trimmers’, de recortador para recortador”, señala González, que mantiene un equipo de cinco técnicos dedicados a la labor original, lo que aporta conocimiento práctico para mejorar el diseño y la fabricación. Esa experiencia ha sido clave para dar el salto a otros sectores. “Si sabemos fabricar una máquina para este uso, ¿por qué no para el que tú necesites?”, plantea el gerente. Así, la empresa ha ampliado su catálogo hacia plataformas para la industria agroalimentaria, componentes para renovables y trabajos de calderería y montaje para la industria general. “En Navarra y País Vasco hay una industria muy grande que necesita este tipo de soluciones”, apunta.

Acero para ingenios industriales

El acero inoxidable es el material estrella en Arbandieta, y dominarlo marca la diferencia. “Hay que conocerlo bien, porque no se trabaja igual que el hierro común”, explica González. Esa especialización les da confianza para abordar proyectos complejos. Sin embargo, el mercado también impone retos. La volatilidad de los precios tras la guerra de Ucrania obligó a ajustar costes y planificar con cautela. “Ahora está más estable, aunque alto, pero al menos permite hacer previsiones”, comenta.

La empresa cuenta con 32 empleados y una facturación cercana a los cinco millones de euros, con una clara vocación internacional: el 65% de sus ventas se realizan fuera, porcentaje que sube hasta el 85% en el área de maquinaria. “Exportamos a muchos países, depende de la coyuntura, pero la tendencia es clara”, afirma González. El último año ha sido de consolidación tras el traslado a nuevas instalaciones y la implantación de procesos más eficientes. “Parece que cambiarse de sitio lo arregla todo, pero trae sus complicaciones”, admite, aunque valora los avances logrados.

Más allá de la evolución propia, González reivindica el papel de la pequeña y mediana industria del metal en Navarra. “Aquí parece que todo acaba en Volkswagen, pero hay muchísimo más. A veces se menosprecia a la pyme, y es un motor muy importante”, sostiene. En ese sentido, destaca el trabajo de asociaciones como APMEN, que apoyan en normativa y estrategia. De cara al futuro, ve imprescindible apostar por la digitalización. “Nos guste o no, la inteligencia artificial está aquí, y en gestión estamos muy atrás. Hay que reformular procesos y avanzar”, advierte.

El relevo generacional y la captación de talento son otro desafío. “Nos cuesta mucho encontrar perfiles adecuados. Cuando los consigues, el equipo es fabuloso, pero cuesta”, reconoce. Para él, la industria sigue siendo una apuesta sólida frente a otros sectores, siempre que universidad y formación profesional se adapten a los tiempos. “Hace falta más práctica y actualización”, concluye.

Desde un taller ligado a la ganadería hasta una empresa exportadora con proyectos para múltiples industrias, Arbandieta ejemplifica cómo la innovación y la diversificación sostienen el futuro de la pyme navarra. “Moverse, buscar oportunidades y estar a la última”, resume González, convencido de que ese espíritu seguirá guiando el camino.