¿Cuándo nos vamos a la cama?

¿Hasta cuándo tenemos que estar viendo películas, quedando a cenar, tomando algo...antes de ir a la cama? ¿Hay un tiempo medio estipulado para eso?

No hay una forma correcta de actuar, al menos no la hay desde el punto de vista moral. Desde que en los años sesenta se inició la mal llamada revolución sexual, hemos perdido la red de las reglas sociales impuestas por la autoridad: llámese Iglesia, Estado o familia. La autoridad hoy es individual y eso tiene sus desventajas, decidir por uno mismo a veces es difícil y, para colmo, no tenemos en qué escudarnos si algo sale mal. Pero de eso trata ser adulto.

Tal y como asegura Sylvia de Béjar, "A ellas les sigue preocupa más esperar el tiempo adecuado, porque todavía pesa la doble moral, si ir a por todas, o jugar con los tiempos" Ellos sin embargo deberían plantearse si "están realmente interesados. Harían bien en jugar a más largo plazo. Si el interés es grande y el plan es de futuro, ¿para qué correr? No va de un día ni de dos, ¿no?". Un ejemplo muy calro Y añade: "