La crisis: fotografías de grupos anónimos

Se repiten las palabras: austeridad y recortes. Se repiten las cifras: miles de millones de euros en déficit y una prima de deuda atosigante. Se repiten día a día los mensajes: para que la economía vuelva a crecer es necesario afrontar la reforma laboral y la reforma del sistema financiero.

Más allá de todo eso, en lo cotidiano de la crisis, ¿quienes salen en unas anónimas fotos de grupos?

Están los que duermen en la calle. Unas dos mil personas. Es la fotografía más visible junto a las colas en las oficinas de empleo. Hasta hace poco dormían en la calle hombres adultos, solteros, alcohólicos y con bajo nivel cultural. Ahora hay separados, gente joven con problemas de drogas, mujeres que han sufrido malos tratos, enfermos mentales y mayor nivel educativo. Y en la foto están propietarios de pequeños comercios haciendo cola en comedores de caridad tras cerrar sus modestas tiendas en barrios cada día con calles más tristes ante tanta cierre porque una tienda de toda la vida forma parte del paisaje comercial y de la confidencia humana de un barrio. Y en la foto de grupo de la crisis están los niños. Dicen los de Cuatre Vents o Casals dels Infants que uno de cuatro niños catalanes vive hoy en la pobreza.

Y en Cáritas explican que muchas familias viven de las pensiones de los ancianos e incluso hay quienes les esquilman los ahorros que hicieron con sacrificios. Y están los jóvenes ex tutelados que al salir a la calle a los 18 años se encuentran sin trabajo y sin un mundo afectivo que les acoja. Y autónomos que piden comida para la familia en centros parroquiales. Esas fotos de grupo, millones de personas afectadas por el deterioro vital de sus vidas, son la fotocopia de Eurostat revelando un aumento de la desigualdad que se traduce en el dato de que en España los ricos se están haciendo más ricos y los pobres más pobres en mayor proporción que la media de la Unión Europea. Concretamente, dos puntos más. En 1975 solo un 15% de españoles eran clases medias y treinta años después ya lo eran el 80% . Si la desigualdad se consolida el porcentaje de clase media española retrocederá de forma drástica.

En el número cero de lo que será la Batería Anual de Indicadores de Pobreza e Inclusión Social, publicación impulsada por Teresa Crespo, se lee que se rompe en España una tendencia histórica: hoy ya no es la población de más edad la expuesta a la pobreza. Lo es la de menor edad. "España lidera la pobreza europea" me ha dicho Salvador Busquets en su despacho de Arrels. "Se ha flexibilizado el mercado laboral sin robustecer la protección social y todos los indicadores económicos y sociales revelan que se acentúa la desigualdad", ha añadido.

Hay otra foto que me ha llamado la atención esta semana: en la reunión de empresarios y sindicatos con la ministra de Trabajo, los empresarios ríen y los dos sindicalistas están muy serios...

La reunión fue formalmente correcta y la foto reflejó el regocijo de unos y el cabreo de otros por la reforma laboral según uno de los que sale en la foto, Cándido Méndez. Me ha dicho que era una reunión sin perspectiva por dos motivos: porque tenía sentido antes de hacerse publico el documento pero ya no lo tenia después y porque el foco del documento no estaba en la ministra de Trabajo. La reforma la fraguaron los ultraliberales del Gobierno y de Bruselas. Lo poco que dijo la ministra de su cosecha fue un error: dar a los reunidos una fecha equivocada para la convalidación de la reforma en el Congreso: el 23-F, que ya eran ganas de escoger una fecha fatídica, dice Méndez, para refrendar una reforma lamentable que a su juicio parte de un diagnóstico económico con una deliberada carga ideológica. Y hay otra foto de grupo, Montserrat: la de los tecnócratas.

¿Qué se ve en esa foto?

Dirigentes que hacen números ajenos a la angustia que esos números provocan. Gente cuya responsabilidad individual se diluye en los consejos, sean estos de ministros o de administración. Los hay que viven en la esquizofrenia. Al director de una escuela de negocios de origen católico algunos ex alumnos, hoy altos dirigentes políticos o empresariales, le confiesan vivir angustiados porque se les fuerza a tomar medidas contra sus conciencias. Pasará la crisis y se reciclarán. Lo tiene escrito John Galbraith. "Cuando pasa la crisis las mentes financieras y políticas dan la espalda al pasado y vuelven a especular con el éxito siguiente". Tengo el libro en la mesita de noche, releo ese párrafo y me duermo diciendo la madre que los parió.