"Cuando se salta desde esa altura no se tiene sensación de caer"

El logro de Felix Baumgartner no fue el primero en idearse. Hace 10 años, el español Miguel Ángel García estuvo a punto de lanzarse al vacío desde una altura similar. Embriagado por una envidia sana, el madrileño comenta el salto que él no pudo efectuar falta de patrocinio.

El austríaco Felix Baumgartner ha sido el primer hombre en saltar desde más de 39.000 metros de altura, con el que ha batido el récord de paracaidismo y caída libre. No obstante, no ha sido el primero en intentarlo, ya hace 10 años, el madrileño Miguel Ángel García se embarcó en un proyecto similar.

El plan del paracaidista español era muy parecido al de Baumgartner: subir hasta los 36.000 metros, como mínimo, y lanzarse en caída libre. "La verdad es que se asemejaba bastante a cómo lo vivimos", dice Miguel Ángel en 'Hoy por Hoy', tras reconocer que le embriagó una sensación de envidia sana mientras seguía el salto en directo.

Gracias al apoyo del Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales, INTA, y a la Universidad Autónoma de Barcelona, el paracaidista madrileño pudo conseguir que se aprobase una primera parte del proyecto. Sin embargo, la segunda fase fue imposible porque el instituto se echó atrás. "Abordarlo de forma privada no fue posible, porque no había patrocinio", se lamenta Miguel Ángel, después de reconocer que tuvo contactos con Red Bull para pedir la ayuda de la empresa, que finalmente ha sido la patrocinadora del salto de Baumgartner.

"El salto no tenía mayor misterio, estaba todo controladísimo", considera Miguel Ángel García al ser preguntado por los riesgos. "No se tiene sensación de caer a la velocidad a la que se cae, tienes la sensación de estar flotando en el aire". El paracaidista rompe una lanza por el hombre que se lanzó en los años 60 y se encontraba en el control, James Kittinger, pues "en esos tiempos no existían medios para hacerlo con seguridad".

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Ante la utilidad científica de este salto, Miguel Ángel ha considerado que, sobre todo, se trata de batir un récord. No obstante, un detalle técnico sí será importante en el futuro: el traje."En los años 60 los único trajes despresurizaos eran los que se usaban en los caza. Hoy, estos, más flexibles, podrán usarse en el turismo espacial".