Manuel Martín Cuenca: "No me interesa nada la comercialidad"
El director, que debutó con 'La flaqueza del bolchevique' protagonizada por María Valverde, recibirá en el Festival de Málaga el premio Eloy de la Iglesia
Transita siempre por las carreteras más oscuras del ser humano. Debutó con la pederastia en 'La flaqueza del bolchevique', se consagró como director independiente con el incesto de 'La mitad de Óscar' y ahora reafirma su estatus con 'Caníbal'. Manuel Martín Cuenca nació en Almería en 1964. Es un director metafórico y profundo, un buen director de actores y tiene ojo para descubir el talento ajeno. Descubrió a María Valverde (Goya revelación en 2003) y a Nathalie Poza unos años después.
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El Festival de Málaga te va a rendir un homenaje este año, te va a dar el premio Eloy de la Iglesia, ¿cómo te sientes? ¿En qué momento de tu carrera crees que estás, sientes que estás consolidado como director o tienes la necesidad de demostrar más?
La verdad es que no sé en qué momento de mi carrera estoy. Sé la edad que tengo y en el lugar en el que estoy. El cine son olas que vienen y van, a veces te va mejor y otras peor. Aun así, he de decir que me siento como un director incipiente. Hasta que uno no hace 10, 15 o 20 películas no se controla esto. Siento que estoy empezando aunque tampoco sé muy bien hasta dónde voy a ser capaza de llegar o hasta dónde me van a dejar llegar las circunstancias. Cada vez que inicio una película siento que va a ser la última.
La pederastia, el incesto y ahora canibalismo. Siempre transitas por los límietes oscuros del ser humano...
No es algo que haga de manera consciente. El otro día me preguntaba lo mismo un amigo, pero te juro que me sale de manera inconsciente. Son historias que nos hacen preguntas sobre nuestra sociedad y sobre sus dilemas. El arte, el cine, la religión son los únicos que han intentado siempre responder a las preguntas místicas, a qué es el hombre, qué es el mal.
Estás ultimando el rodaje de 'Caníbal', un thriller intimista sobre un sastre que asesina y se come a mujeres interpretado por Antonio de la Torre. ¿Crees que puede ser tu película más comercial?
Cuando estrenamos se verá si es comercial o no, aunque yo nunca he sido un director comercial. Mi película más conocida es 'La flaqueza del bolchevique' y recuerdo que entonces ni siquiera fue a verla mucha gente. Para mí el cine es una manera de explorar, de buscar, es una cuestión personal. Si hago una película que no es comercial y no me permite hacer más películas, mala suerte, es mi última. Para mí la comercialidad no es algo importante.
¿Utilizas el canibalismo como metáfora de lo extremo, como metáfora de la situación actual? ¿Nos comemos todos a todos?
Utilizo el canibalismo como metáfora del mal, nada más. No hay más lecturas. El canibalismo es el tabú más grande de la sociedad actual. Es una película sobre el mal y el amor
¿Cómo eres como director: mandón o permisivo?
Por un lado, me gusta preparar mucho las películas, en lo personal, en el alma, estar en todo. Y, por otro, hay a veces que me gusta desarmarlo todo
¿Cómo es dirigir a Antonio de la Torre? Un actor tan camaleónico que lo mismo hace de piloto bisexual, de policía soberbio o de militar cobarde...
Antonio es uno de los mejores actores que tiene este país. Antonio es una persona que tiene una capacidad para la emoción y una humanidad brutal. Somos completamente opuestos. Él siempre canta 'Manolo no me toques las palmas que te conozco'... Yo tiendo a la no emoción, a la contención y él hacia la emoción. Me acuerdo que un día al principio del rodaje le dije 'Mira en esta película no buscamos la emoción sino el eco de la emoción'. Y él me dijo que mientras no le quitases la emoción, él contento.