¿Quién dijo que el cine español estaba muerto?

Guiones no faltan, no se engañen, hay a raudales. Algunos tomarán forma y otros, la mayoría, se quedarán olvidados en un cajón esperado eternamente una financiación que con total seguridad no llegará nunca. Aun así y a pesar del panorama desolador, hay razones para esbozar una sonrisa. O al menos de momento. Según el ministerio de Cultura, este año hay programados 68 rodajes españoles. En 'La Script' nos hemos colado en el de 'La Herida'.

"No sé si hoy hubiese conseguido la financiación. Los recortes han sido drásticos y el número de proyectos sigue siendo el mismo". El que habla es Fernando Franco, uno de los montadores más famosos de este país que tiene entre sus títulos la 'Blancanieves' de Pablo Berger' y el thriller 'No tengas miedo' de Montxo Armendáriz. Ahora debuta en la dirección con 'La Herida', consciente en todo momento de la suerte que ha tenido: "Hemos pillado el final de unas líneas de financiación que han dejado de existir". Y han dejado de existir porque en 2013 las partidas públicas al cine se han reducido en un 30%. Franco, como otros, consiguió la financiación antes del tijeretazo.

'La Herida' es la historia de Ana, una chica de 28 años con Trastorno límite de la personalidad que trabaja conduciendo una ambulancia. "Siempre me han interesado los temas que tienen que ver con las cosas subterráneas", dice Franco. Pero que nadie se haga ideas equivocadas: "No tengo pretensión de sentar cátedra". El proyecto nació como un documental, pero el formato no acabó de convencerle y decidió trasladar la historia a la ficción. La protagonista es Marian Álvarez, una actriz abonada a las series españolas que se enfrenta a su primer gran papel en el cine: "Mi personaje es una superviviente". Aunque para supervivientes las casi 50 personas que completan el equipo de rodaje: es marzo y hace un frío que pela. La lluvia en el barrio madrileño de Orcasitas no da ni un segundo de tregua.

Director y actores son conscientes del tabú que hay en torno a los problemas psicológicos y del poco atractivo que despiertan en el público. "La gente piensa que para sufrir ya tiene la vida", dice Manolo Solo, otro habitual de la televisión ('Hermanos y detectives', 'Amor en tiempos revueltos') que, tras la baja de Vicente Romero, interpreta al compañero de ambulancia de la protagonista. Ramón Barea, que también participa en 'La Herida', le matiza: "El mundo interior de esta mujer es muy complicado, la película no lo es". Aun así, por eso, por las reticencias de la sociedad a hablar de las enfermedades mentales, intentarán presentar la película a los festivales de otoño. Si no triunfa en salas, que por lo menos tenga recorrido festivalero.

Aunque cueste creerlo, el director no está rodando con alma de montador porque, para empezar, casi siempre utiliza el plano secuencia. Rodar sin cortes simplifica y reduce a la mínima expresión la labor de montaje: "En casa del herrero, cuchillo de palo". Y lo que un primer momento podría parecer mucho más complicado para un actor termina convirtiéndose en una ventaja más que en un inconveniente. Para Marian Álvarez "hacer las cosas a tiempo real es un verdadero regalo". Además, ya no es solo que Franco ruede en plano secuencia sino que encima ni siquiera va a montar la película. Lo va a hacer David Pinillos, el director de 'Bon Appétit': "Tenemos una relación promiscua. Cuando él dirige yo le monto y al revés".

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El frío desaparece de un plumazo cuando la señora Mercedes, una simpatiquísima anciana del barrio, obliga a parar el rodaje. Están grabando una escena en el portal de su casa y ella tiene que salir para, en zapatillas de estar por casa, llevarle el pan a la vecina de al lado. "Señora Mercedes, venga que la tapo con el paraguas", le dice un miembro del equipo. "Que no hombre que no, que así crezco un poquito". Simplemente, deliciosa.