¿No es suficiente con la buena educación?

Hoy, Isaías Lafuente propone como tema controvertido de la jornada el saludo de Mariano Rajoy ante el emperador japonés Akihito.

Mariano Rajoy no hizo la reverencia debida al emperador de Japón Akihito. Cuando suceden estas cosas el mundo se parte en dos: los que consideran que Rajoy se columpió desairando a su anfitrión y los que piensan que hizo lo debido y se preguntan quién es el emperador de Japón para que se incline nuestro presidente. También están los que disculparán a Rajoy, por ser Rajoy, un gesto por el que mandarían a la hoguera a Rubalcaba o a Artur Mas.

El protocolo ha rendido grandes servicios a la humanidad al proporcionar herramientas que permiten ordenar eventos complejos. Pero en sus reglas conserva prácticas anacrónicas. Las que nos recuerdan que siempre ha habido clases, las que uniforman a las sociedades diversas, las que diferencian entre jefes de Estado a aquellos que llevan corona o mitra y a los que no, o las más sexistas que exigen reverencias distintas a hombres y a mujeres.

¿No sería suficiente con la buena educación? ¿No convendría estandarizar los usos adecuándolos a los nuevos tiempos? Supongo que Akihito que fue el primer emperador en casarse con una plebeya; hijo de Hirohito, el primer emperador que renuncio a su carácter divino, no harán sangre con que Rajoy no haya inclinado la cerviz 15 grados, como exige el protocolo.